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José Fabara, uno de los creadores de El Carpazo, nos cuenta 21 datos, anécdotas y experiencias que no sabías de todas las ediciones del festival. Todas, todas son razones para no perderse la cuarta edición este 23 de abril.
- La primera edición fue en octubre del 2011 en el Estadio de Chaupicruz (una liga barrial cerca del antiguo aeropuerto). Fueron como 850 personas incluyendo el staff y crew de bandas y músicos. A la segunda edición asistieron 1 300 personas y a la última, 3 000.
- La búsqueda de las carpas ha sido motivo de roadtrips. Los organizadores han pasado por Cayambe, Ambato y hasta llegar al Tena, donde encontraron la carpa perfecta para el festival.
- En la primera edición sí había carpa pero no era una carpa de circo.
- El Carpazo nació por la necesidad de tener espacios donde tocar. Rocola Bacalao y Sudakaya se juntaron después de haber toureado por Europa, y quisieron replicar la onda circense de uno de los festivales donde tocaron allá, al otro lado del océano.
- 24 horas antes de la segunda edición del festival, el superintendente no quiso emitir el permiso para que el festival suceda. Esto fue un viernes y el festival ocurría el sábado. Todas las bandas internacionales ya estaban en Ecuador y todo estaba montado. Los organizadores tuvieron que acudir a contactos de alto nivel del gobierno para que les permitan realizar el festival.
- El rider de Brazilian Girls puso nerviosos a los organizadores porque pedían un montón de cosas para camerinos y hoteles: cosas re específicas. Cuando llegaron se dieron cuenta que era una banda muy relajada y que el rider no reflejaba su actitud.
- En el after de la segunda edición de El Carpazo, el José Fabara se quedó dormido tres horas apoyado en una pared mientras todo el mundo bailaba: “Déjenle dormir, está muerto».
- Los organizadores propusieron la reunión de Biorn Borg por dos años consecutivos, hasta que finalmente el año pasado, la banda aceptó reunirse para tocar y tener la última experiencia con su público, y fue increíble.
- La primera edición de El Carpazo en 2011, no rindió económicamente para los organizadores y tuvieron que esperar dos años y medio para que el festival vuelva a nacer.
- Nunca han fallado las luces en ninguna de las ediciones del festival.
- Nunca se han utilizado los servicios médicos ni de ambulancias en ninguna de las ediciones del festival.
- En la edición 2015, la carpa Radio COCOA debió haber sido más grande. Los organizadores no sabían que la carpa era tan pequeña hasta que estuvo completamente montada.
- Si pusiéramos una cámara escondida en el backstage del festival veríamos “muchos excesos». Pero no todo es malo (o sea depende como le veas), pero hay de todo: desde excesos de sustancias hasta parejas random.
- Cerca de $20 000 se van en impuestos en cada edición.
- En la primera edición, Igor Icaza de Sal y Mileto se bajó del escenario para ser parte del pogo con su hijo, fue algo muy emotivo.
- En la edición pasada del festival, la gente no quería dejar la locación «casi se arma el after ahí mismo».
- En la segunda edición, Nicola Cruz no pudo tocar porque la policía decidió terminar el evento antes de lo estipulado.
- El Carpazo es una co-producción entre Pío Pío Producciones y Fundación Música Joven, los mismos organizadores del Quitofest.
- La edición pasada es considerada la mejor edición del festival hasta ahora, y tomó ocho meses de producción y preparativos.
- El video del line up fue grabado en su totalidad en un apiario de Machachi. Durante el rodaje hubo picaduras de abeja, las dos en la cabeza.
- José Fabara es ecólogo de profesión y trombonista de Rocola Bacalao. Por eso quiso juntar sus dos pasiones: la música y el medio ambiente.
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