Foto: Miguel Mateo Cármenes.
Llegó a Quito hace cinco años. La crisis económica europea, el amor y una motivación propia por “probar y seguir la vida” fue lo que generó su migración.
Flat Track inició en la música electrónica desde muy joven. Primero como consumidor en el año 97, y posteriormente como DJ desde el 2003. A partir de aquí inició una exploración a través de sonidos industriales influenciados por su lugar de origen.
Este músico nació en Jijón, una ciudad asturiana al norte de España con un pasado industrial. En esta zona se trabaja el acero para construir barcos. «Desde chiquito te levantabas y escuchabas las sirenas. Al lado de mi escuela había una factoría, un astillero de barcos y se escuchaba como golpeaban el acero».
Ya en la adolescencia, este músico experimentó una movida electrónica relacionada a escenas como Birmingham y Detroit, con gran influencia industrial y minimal. «Estos sonidos pegaron, proliferaron y fueron importantes para nuestro desarrollo como jóvenes. Son sonidos complejos, más mentales e hipnóticos que van mucho con mi background«.
¿Cómo generas este tipo de texturas?
Mi plataforma es el Ableton. Uso sintetizadores, y al contrario de lo que se hace para producir, yo empiezo con las texturas para generar atmósfera de los lugares que provengo. A partir de ahí hago layers, pero voy componiendo a base de esas sensaciones.
¿Cómo ves a la escena electrónica local?
El público de aquí es muy abierto, muy permeable, que tiene acogida, y que independientemente de la diversión, demanda cultura. Una propuesta como esta es importante para tener un poco de visibilidad a nuevos sonidos.
Playlist:
1.- Domo
2.- Lane
3.- Black Device
4.- Service
5.- Pit
