Munn, creando realidad

por Bernarda Troccoli
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Munn en el Teatro México / Foto: Marcos Echeverría Ortiz

El telón se cierra. Se esconde El Peón (Da Pawn) que ya cumplió con su tarea, ha preparado las mentes para entrar en mundos paralelos. Empiezan los 10 minutos de receso. La gente se mira, se reconoce, se saluda. Todas las caras parecen familiares. La cercanía de los asistentes es un síntoma de la existencia de una comunidad, una escena que se reencuentra para crear y recrearse en momentos de lucidez como este.

Un niño pequeño se acerca al escenario, alza un pedazo del telón y espía. Corre donde sus familiares que están en la primera fila y les cuenta emocionado lo que vio. Primera, segunda, tercera llamada. Se apagan las luces y comienza el descenso.

El escenario que propone Munn es subterráneo, orgánico, una cueva mística. Los cinco músicos se apoderan del espacio como dioses del inframundo. Mariela Espinosa está en el centro parada como una guerrera, ella es épica. Sobre la banda está suspendido un círculo compuesto de ramas. Tiene un hueco en la mitad que deja pasar a la luz para proyectarse en el fondo del escenario. Como se anticipó, este lanzamiento se ha construido desde varios frentes. Hay mapping, escenografía y vestuario. 

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Pablo, Mariela, Amadeus, Álavaro / Fotos: Marcos Echeverría Ortíz

«Nada Más», comienza el concierto con una atmósfera oscura e imponente. El sonido es impecable y resuena en el pecho. Dualidades constantes desde el inicio. De la oscuridad a la luz, de la mesura al desborde. El tránsito por los matices sonoros y conceptuales está totalmente bajo control, los músicos dominan cada nota e idea que emiten. Hay sobriedad y elegancia en cada expresión.

Una primera tanda de canciones da la bienvenida a la propuesta de Munn, al universo general de la banda. Los sonidos conocidos sirven para recordar por qué este lanzamiento es importante, por qué es emocionante. Trip-hop, downtempo y post-rock lleno de sutilezas, de juegos estilizados y con una presencia escénica contundente.

Todo el público está enganchado a la actividad del escenario. De repente, suena la voz de Mariela pero ella no está. Pablo Molina se desprende un momento de la guitarra y señala. En el segundo piso del teatro ella aparece, cantando desde ahí. Luego, oscuridad absoluta. Comienzan a proyectarse imágenes que resultan familiares gracias a la difusión que han tenido en las redes sociales. Son fragmentos del espacio y los elementos que cobijaron la producción del nuevo disco, son las secuencias antecesoras del Aquí/Ahora.

Este concierto es parte de un gran proyecto, en el que los espacios y las dinámicas que le dieron vida están constantemente expuestos. Así, las proyecciones que se hacen en el show y las imágenes del disco remiten a la casa de Alangasí, donde en marzo del 2014 se hizo la grabación. Los ruidos de la naturaleza que estuvieron presentes durante el proceso de creación están registrados y se reproducen como parte del producto final. Ese «aquí y ahora» de la casa de campo, se hace infinito con cada arista del proyecto. Para lograr esta propuesta transmedia, Munn trabajó con Hormiga y Alquimia Audiovisual.

Una nueva introducción, un nuevo comienzo. Se celebra oficialmente la existencia de los sonidos actuales. Munn resurge en tiempo real, permite que los presentes vivan la transición, los hace parte de la reinvención. La banda cuenta su historia en el acto. Mariela entra otra vez al escenario, «Espirales» inaugura esta segunda parte del ritual. El tema suena esta vez con la fuerza que le proporciona un ejército de vientos liderado por Andrés Noboa.

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Foto: Marcos Echeverría Ortiz

Pasan varios músicos por el escenario de este lanzamiento. De manera episódica, Pedro Ortiz se hace cargo de la batería y Miguel Angel Espinosa de la guitarra. Hacen un homenaje a su participación inicial en el disco. Luis Alberto Sigüenza, Andrey Astaiza, Miguel Sevilla, Pablo Gutiérrez, Francisco Lara, Michael Balnchard, Johan Vallejo y Nelson Bermese conforman el batallón de los vientos que amplifica la experiencia de varios temas. Después de una dinámica cambiante, se confirma una nueva alineación. Amadeus Galiano (guitarra y teclados) y Filippo Brandimarte (batería) son ahora parte de la banda. Ellos se suman a Álvaro Andrade (bajo y teclados), Mariela Espinosa (voz, clarinete y teclados) y Pablo Molina (guitarra y voz). Así se configura ahora Munn.

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Foto: Marcos Echeverría Ortiz

Se proyecta una banda sólida con una propuesta compleja. El experimento se siente más orgánico, los destellos electrónicos brillan con precisión, se incorporan más sonidos rockeros y la guía del viaje es una voz que parece no tener límites.

Estar en el lanzamiento de Aquí/Ahora implicó entregarse a una experiencia completa, redonda, infinita. Este encuentro puso al público frente a músicos lúcidos, conscientes de cada capa de su proyecto, y frente a un equipo creativo invisible que moldea cada detalle del nuevo mundo de la banda.

 

 

 

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