Pablo, David y Sebastián Roldán van al teatro durante todo el año. Tratan de seguir de cerca las nuevas perspectivas de las artes escénicas. Revisan la prensa constantemente, e identifican qué artistas o montajes escénicos pegan con fuerza alrededor del mundo. Prestan especial atención a aquellos espectáculos que todavía no se han visto en Ecuador. Así, comienzan a cazar artistas. Los esfuerzos de estos hermanos se concentran en un solo objetivo: SUDAKA, un festival anual que reúne teatro, música, performance y cine.
La idea nació seis años atrás, cuando Pablo Roldán, actor ecuatoriano, se planteó organizar un festival de artes escénicas. Al principio, SUDAKA era un evento pequeño, acogido por amigos y familiares, y su organización estaba a cargo de artistas locales. Pero a partir del tercer año, el equipo de producción se diversificó y, gracias a mayor difusión y auspicios, el Festival se posicionó y creció.
Sebastián Roldán, productor artístico del Festival, asegura que el principal objetivo de SUDAKA es dar valor y presencia a las artes escénicas. «Queremos que la gente vea el teatro como una opción. Más que cambiar la sociedad, queremos crear otros intereses. Que en vez de ir a tomar cervezas, se pueda ir a un concierto, se conozca el otro lado de la realidad, el otro lado de Quito. La ciudad no es un cubo de 4 paredes, tiene mil paredes».
SUDAKA se instala cada año en Quito y convoca a artistas de todas partes del mundo. Durante los cuatro días del Festival, se presentan montajes en teatros de la ciudad, se ofrecen talleres, hay performances en espacios públicos y, desde hace tres años, se incluyen muestras de cine en el cronograma. Hasta la edición pasada, todas estas actividades fueron financiadas por auspiciantes. Este año la dinámica ha cambiado. Al no ser suficiente el apoyo estatal y privado, los organizadores hacen un llamado para financiar de manera colectiva el SUDAKA 2013. La idea consiste en recaudar donaciones para obtener los 13.275 dólares que permitirán producir el Festival. Al mismo tiempo, se busca involucrar a la comunidad en este esfuerzo por mostrar arte en Quito.
Este 3 de septiembre, el Festival arrancará con un concierto de Maki y Swing Original Monks, en el Teatro Variedades Ernesto Albán. Del cuatro al seis de septiembre, compañías teatrales de España, Colombia y Argentina presentarán sus obras en distintas salas. Habrán talleres artísticos y, además, se exhibirá el “Interfilm”, un festival de cortometrajes de Berlín. Durante toda esta edición de SUDAKA, habrán intervenciones de artistas en la Plaza del Teatro.
¿Qué importancia tiene llevar las artes escénicas a espacios públicos de la ciudad?
Queremos que la Plaza sea territorio SUDAKA durante los días del Festival. Lo hacemos para que la gente que está transitando, vea el arte y mire otro lado de la realidad. Logramos que el teatro salga de los teatros, que se instale en un espacio común, en un espacio que todos conocemos. Muchas veces, cuando pensamos en teatro, nos imaginamos únicamente un cubo negro. Queremos que la gente vea teatro en la calle, vea teatro en la Plaza del Teatro.
¿Por qué SUDAKA?
Muchos dirían que el nombre es una provocación pero nunca quisimos insultar ni provocar a nadie. Queremos trabajar con el otro lado de la provocación. El decirte «sudaca», generalmente es visto como un insulto. Pero en realidad, somos sudakas y no es un término malo. Somos sudamericanos, somos lo que valemos. Somos gente educada, gente con una democracia, lenguas e interculturalidad.
¿Existe una temática central en cada edición del Festival?
Hemos tratado de que cada año haya un tema central. En el periodo de pre producción, hablamos sobre la temática del Festival. Idealmente, todos los grupos deben alinearse a ese tema. Siempre hemos trabajado con interculturalidad, con el respeto a los demás. Hemos hablado de los derechos de la mujer, religión y política. Este año el tema central son los derechos de la comunidad GLBTI.
¿Cuál es la respuesta del público quiteño ante un festival de artes escénicas?
Hemos trabajado seis años con teatro pero no hemos logrado el apoyo que los festivales musicales tienen. Somos un festival que trabaja con auspicios y no nos ayuda el hecho de presentar teatro. No tenemos la acogida que, por ejemplo, la música tiene. En Ecuador, el teatro no es una prioridad, es elitista. Por esa razón, parte de las presentaciones de este año serán gratuitas. La gente no tendrá excusas para no asistir. La única razón para quedarse fuera, sería la impuntualidad.
Las entradas para el concierto de apertura ya están a la venta. Se las puede encontrar en las boleterías del Teatro Nacional Sucre y Musicalísimo Ticketshow. Su valor es de diez dólares para el público en general y cinco dólares para estudiantes.
Las compañías teatrales Kulunka Teatro (España), Grupo Varasanta (Colombia) y Grupo Babel (Argentina) se presentarán el cuatro, cinco y seis de septiembre respectivamente en el Teatro Variedades Ernesto Albán a las 19h30. La entrada es gratuita.
