“Si las canciones mías fueran autobiográficas, ya estaría en la cárcel”, dice Albert Pla (1) . Sí, si este hombre fuera el protagonista de las situaciones que plantea en sus letras, tendría ya condena por herir de muerte al amante de su amada Rosa en “Joaquín el necio”, o por seducir a una menor de edad en “ El enterrador de cementerios”. Estaría condenado por desvalijar ancianos, atropellar niños, matar perros, romper retrovisores, incendiar una catedral, maldecir y escupir en la vía pública. Pero no, Albert Pla no ha dedicado su vida a protagonizar incidentes de este estilo, este hombre es un contador de historias.
Albert Pla se para en los escenarios como si estuviera frente a un gran grupo de niños a los que quiere sorprender con cuentos fantásticos. Su voz es la de un narrador que modula cada frase, que se empodera de cada mirada y gesto para que todos los receptores se embarquen en las historias crudas que busca contar. De repente, el narrador adquiere la expresión de un niño que se sorprende de su propio relato, un niño que esconde un secreto con ingenuidad y un poco de malicia. Lo mismo pasa con sus canciones. La melodías alegres y pegajosas embarcan al que escucha en historias oscuras, en letras irreverentes y fuertes (2) .
Este personaje es español. Nació en Sabadell, un municipio de Barcelona, en 1966. De pequeño, quería ser pirata, ladrón, jardinero , drogadicto o bombero (3). Pero se convirtió en cantautor y actor. Sus comienzos en la música se pueden remitir a 1988 cuando concursó en la IV Muestra de Canción de Autor en Jaén y ganó el premio al Mejor Intérprete y Canción. En 1989 sacó el primero de sus doce discos (4). Desde el inicio, dio prioridad al contacto directo con el público más que a la venta de discos . Asegura que registrar sus canciones en un CD es solo una manera de terminarlas porque siempre las tiene a medio hacer. El proceso de composición de este artista es dinámico. No apunta las historias sino que las crea y las memoriza. Confiesa que en cada presentación varían las letras y hay improvisación. Hacer este ejercicio en escena puede ser uno de los factores clave del impacto que genera “en vivo”, pues afirma que le gusta contar al público historias que ellos desconocían.
Las historias de Albert Pla son gráficas, detalladas, crudas y frontales. Muchos las califican como provocadoras aunque él rechaza esté término y dice que su música no busca ser social ni convencer a la gente, así lo afirmó en una entrevista para EL PAÍS (5). No busca reivindicación y eso puede evidenciarse en su último espectáculo “Manifestación” (6). Es una propuesta que incluye música y actuación. Sitúa a Pla como el protagonista de una historia en la que se encuentra en medio de varias manifestaciones sin buscar estar ahí, por accidente. En el fondo del escenario hay una pancarta que dice: “Tu vida es una puta mierda y lo sabes”.
Albert Pla actuó en las películas Airbag (1997), A los que aman (1998) y Honor de caballería (2006). El director Pedro Almodóvar también llevó a este artista al cine en 1997. En su película Carne Trémula suena “Sufre como yo”, una de las historias del cantautor español. En teatro, fue protagonista de la obra Cara cuero (1997) y también formó parte del musical Lits (2009).
Pla será parte del Cuarto Encuentro Internacional de Cantautores que se organiza en Quito este mes. El cantautor español se presentará el jueves 20 en el Teatro Nacional Sucre a las 19h30.
Canciones recomendadas de Albert Pla: Fantasma, La colilla, Sufre como yo.