El punto de convergencia: lo experimental

por Bernarda Troccoli

Una superficie totalmente vertical es el escenario de 18 bailarines que  muestran una coreografía  equilibrada y bella. Con movimientos precisos, intensos y estilizados, generan un diálogo entre la danza y los deportes. Una propuesta estética que enfrenta a la gravedad y presenta un cuadro en movimiento. Así se podría tartar de explicar “Velox”, el proyecto artístico que dará apertura al III Encuentro Internacional de Danza Contemporánea, un evento que tendrá lugar en Quito a partir del primero de junio.

Los escenarios del Teatro Nacional Sucre y el Teatro Variedades Ernesto Albán, acogerán los planteamientos escénicos que conforman este Encuentro. Los artistas vienen desde Brasil, Colombia, Argentina y Uruguay, además de varios coreógrafos ecuatorianos que están agendados para exponer su arte durante los ocho días de esta convocatoria.

Como “Velox”, el proyecto brasileño invitado, cada propuesta estética establece un diálogo, una temática y la utilización de diferentes recursos. Andrea Stark, coordinadora  del Teatro Variedades Ernesto Albán y del Teatro México, habla sobre este tema.

 ¿Cuáles son las propuestas  que resaltan en este Encuentro?

En las propuestas nacionales veremos diferentes lenguajes: En unas se combina la expresión corporal con las nuevas tecnologías (video), en otras la danza se interrelaciona con estudios sobre el espacio como tal. Veremos la utilización de la palabra, elementos de las artes plásticas y, en general, una búsqueda más allá de la mera forma, con contenidos que quieren llegar finalmente al espectador. En las propuestas internacionales, la compañía uruguaya propone un trabajo investigativo acerca del tango, desfragmentándolo y buscando nuevas formas  y movimientos. Unpoyo Rojo, la compañía invitada de Argentina, emplea más elementos de comedia, del deporte, del teatro, para presentar su obra del mismo nombre. Y en “El autorretrato con máscara”, la obra colombo-alemana, un homenaje a la pintora mexicana Frida Kahlo, se ve una influencia clara de las artes plásticas.

¿Existe, en cuanto a temática o propuesta escénica, un punto de convergencia entre las distintas propuestas de los grupos que participan este año?

El punto de convergencia es lo experimental y la fusión de distintos lenguajes artísticos de las propuestas de los grupos.

¿Cuál es el objetivo central del Encuentro de danza contemporánea?

El género de danza contemporánea en el Ecuador es relativamente nuevo. Desde su inicios en los años 70, mediante su incursión por Maestros y coreógrafos como Wilson, Pico, Klever Viera, Susana Reyes y María Luisa González, entre otros, hoy en día y, mediante un proceso de formación de nuevas generaciones de bailarines y coreógrafos, vemos una evolución interesante y un crecimiento en la danza que merece ser expuesto en un Encuentro. El Encuentro tiene por finalidad principal mostrar estas nuevas generaciones de coreógrafos ecuatorianos, cuya particularidad consiste en que tuvieron la posibilidad de profesionalizarse en el campo de la danza contemporánea, mediante estudios superiores en el extranjero, como es el caso de Fausto Espinosa (Venezuela), Esteban Donoso (EEUU), Tamia Guayasamin (Argentina) y Rosa Amelia Poveda (Alemania). Cada uno de ellos ha regresado al Ecuador, donde está fomentando su propio lenguaje dancístico, compartiendo a través de la creación de sus propios grupos y/o mediante el intercambio de  conocimientos adquiridos. Compartirán en este Encuentro con grupos invitados, provenientes de Brasil, Argentina, Uruguay y Colombia.

Deborah Colker, directora de «Velox», es creadora también de “Ovo”, un espectáculo estrenado por el Cirque du Solei en 2009. Esta compañía se presentará en el Teatro Nacional Sucre a las 19h30. Los costos de las entradas están entre $5,00 (Luneta) y $20,00 (Palcos).

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