Son casi 600 páginas en las que se desarrolla la trama. A pesar de su extensión, cabe una sola pregunta: ¿el sexo conduce al amor o viceversa? Anastasia, la protagonista, conversa con algo así como su alter ego para definir qué hacer con su situación aparentemente amorosa. Una supuesta relación en la cual ella acepta ser «la sumisa», o más fácil, pretende satisfacer todas las fantasías sadomasoquistas de Grey. De eso se trata la famosa trilogía, best-seller y futura trama cinematográfica. Punto.
Es fácil afirmar que la serie es más parecida a la pornografía que realmente a la literatura erótica. Aquí entra una cuestión bastante relevante, la intención de la autora. ¿Quién es ella? (ojo que sólo utiliza las iniciales de su nombre de soltera). Antes de que E.L. James se vuelva una de «las personas más influyentes», según la Times, publicaba en Internet historias cortas –de contenido sexual- sobre otros dos nuevos personajes de este mismo género: Bella y Edward, o más conocidos como los vampiros de Twilight. Su desarrollo como escritora de trilogías multimillonarias nació con una fanfiction de otra saga, escrita por alguien que se hizo famosa de un día para otro, y nunca más escribió nada que valga la pena como para volverse película. Pero, eso sí, se volvió multimillonaria; después de leer en Wikipedia que fue ejecutiva de televisión, queda claro por qué tuvo tanta y tan buena acogida su trilogía. Supo exactamente qué es lo que la mayoría de mujeres mayores de 20 años quieren pero no lo admiten abiertamente: sexo pasional. ¿Por qué a escondidas? Por miedo a ser juzgadas. Y la autora está absolutamente consciente de eso, tanto así que escoge portadas discretas. No vaya a ser que alguien se alarme de ver a una ama de casa leyendo una novela pornográfica… ¿Trabaja de la mano con los estereotipos? Sí, pero eso es otra cuestión.
En su página web**, hay un espacio dedicado solo a los elogios de la prensa internacional. Por ejemplo, es best-seller del New York Times. La describen como “la nueva novela erótica que ha revolucionado a las mujeres de Estados Unidos”. Mujeres revolucionadas encienden matrimonios desgastados… ¡y todo gracias a un libro!. Es para no creer.
En un blog llaman a esta saga el libro “del que todos hablan” y es verdad. También en Quito es la última tendencia. Vale solo con poner de tema de conversación para así recibir una cantidad de comentarios, tanto a favor como en contra. Es tan viral que una señora le sugirió a la esposa de su ginecólogo que haga que su marido lo lea. Cada quien saque sus propias conclusiones.
Son casi 600 páginas de conversaciones que van desde el supuesto sentimentalismo de la protagonista y la respuesta pasional de su cuerpo. Ella -virgen- conoce al multifacético, rico e increíblemente guapo señor Grey. Anastasia acaba de sacar su título en literatura* y nunca antes ha tenido un novio. Es ingenua pero eso es solo un escudo. Por dentro lleva una mujer alocada que lo único que quiere es experimentar con su cuerpo. No conoce sobre sadomasoquismo, “la pobre”, aún así se ilusiona con la idea de satisfacer a su ‘amo’. Tienen sexo desenfrenado, cuando de repente el libro termina en que ella ya no puede seguir jugando porque se enamoró, pero también se dio cuenta de que lo físico no lo es todo en una relación. ¡Oh sorpresa!.
En fin, la saga continúa para la lectora que quiera saber qué pasa después (aunque no es tan difícil de imaginarse). Terminados los tres libros, cada uno de casi 600 páginas, las mujeres de todo el mundo se han revolucionado. Claro sin admitir que consumieron y disfrutaron de pornografía.
Entonces, el mundo se va a acabar y rápido por la cantidad de mujeres revolucionadas que, supuestamente, ahora andan por la vida predicando la buena nueva de la libertad sexual. Leyendo libros con tapas que no sean sugestivas. Si los mayas aciertan, en el 2013 no se estrenará la primera película y futura taquillera. Pero si no se acaba, que se preparen todas las salas de cine del país porque las parejas querrán ser parte de la saga de “la que todos están hablando”.
Notas de la autora:
*Por alguna razón, en estas trilogías a las autoras les encanta hacer referencia a ciertos detalles muy específicos sobre la cultura en la que la protagonista se desenvuelve. Tanto en Twilight como en Fifty Shades of Grey, las chicas aparentemente son inteligentes, buenas estudiantes e inocentes. Mientras que los hombres son viriles y académicos. Por eso, en sus conversaciones se hace referencia a artistas culturales y a su obra. De una manera ligera, claro, para así dar la idea de mayor profundidad en las referencias; no sorprendería en lo absoluto que se hayan hecho amigas con el tiempo. Al parecer tienen muchas cosas de qué hablar y por suerte saben usar Wikipedia.
** http://www.cincuentasombras.com aquí se puede encontrar desde el libro para descargárselo gratis, el tráiler del libro, foro de gente que habla sobre la trama, la biografía de la autora y los comentarios de la prensa. Básicamente todo lo que se necesita saber sobre este best-seller.
