Por: Martín Córdova
Futuro Humano
Elia
Independiente, 2016
Ignacio Izquierdo, aka Elia decidió tomar un camino en el que le sea posible estar al mando de su proyecto y no depender de terceros para tocar o ensayar. Por esto pudo crear un disco lleno de teclados bailables y bases pegajosas. Quizás esa misma autonomía es la que hace que el disco sea un poco más personal e íntimo, y nos permite ver un lado que quizás en otro formato no sucedería. Pero para bien salió así y terminó siendo un paseo de nueve paradas con varias dedicatorias. El disco es juguetón y podría sountrackear una noche perfectamente. Está constantemente rebotando sobre bases de fondo y ya sea un solo de guitarra, un coro pegajoso o un teclado colorido, se pasean por encima en primer plano, ubicándose en la categoría del synth-pop perfectamente. «Libertad, cultura, fe» tiene un groove de fondo que lo hace el hit bailable del disco. Muchas de las canciones van dedicadas a personas en la vida de Ignacio, lo que le da el toque de intimidad necesario para poder ver qué es capaz de crear cuando tiene a alguien en mente. También cuando posee libertad total. De igual manera, apreciamos su versatilidad como músico y su habilidad para hacernos sentir bien con diferentes ambientes. Todo el outro del último tema es un cierre inesperado pero conciso, en un tema dedicado a su hija que despierta en nosotros, las ganas de volver a darle play.
Future, Present, Past EP
The Strokes
Cult Records, 2016
Hace ya un tiempo volvieron tanto a los escenarios como a las tiendas de música. Este año, llegan con un EP de 3 canciones y un remix, y son tan stroke como podrían ser. Ya no es época de Is This It. Claramente aprendieron cosas en el camino, y si bien cada disco de The Strokes había sonado diferente (relativamente) este último suena a un híbrido de todo su material anterior. The Strokes siempre se ha caracterizado por crear buenas melodías y rayar un poco las canciones inesperadamente con guitarras distorsionadas o metiendo algo donde no debería ir. También por la voz matizada de Julian, que a momentos se exige de más y nos da unos alaridos geniales que se van ahogando en el fondo de las canciones. Todo esto está presente en Future, Present, Past. Las guitarras en «OBLIVIOUS» crean buenos riffs pero no son tan sucias como antes, mientras que la vibra de «Threat of joy» me resonó a «Someday» por alguna razón. Este pequeño primer paso en lo próximo de la banda es una buena probada de la mezcla que están cocinando.