El artista del subconsciente Vol.4

por Sebastián Espín Meneses

Paranoia Agent (2004)

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Fotograma de Paranoia Agent

Si en Tokyo Godfathers Satoshi Kon quiso llamar la atención de manera sutil sobre la locura y la soledad en las grandes ciudades, con Paranoia Agent lanza una bofetada siniestra (lo que Freud llamaría Unheimlich), cargada como siempre de sus obsesiones temáticas. En esta ocasión, lo hace con gran influencia del esquizofrénico director estadounidense David Lynch.

Desde el estreno de Perfect Blue, y tal vez desde mucho antes, Satoshi Kon venía recolectando una serie de ideas que esperaba alguna vez poder usar en una proyecto cinematográfico. Lamentablemente, todas ellas se fueron dilatando y opacando por sus siguientes proyectos.

“Durante la realización de mis tres películas anteriores, una montaña de ideas y bocetos no utilizados se han acumulado en mis cajones. No es que las dejé a un lado porque no eran lo suficientemente buenas, sino que no encajaban en ninguno de los proyectos. Duele ver material desperdiciado, así que busqué una oportunidad para reciclarlo…Yo quería hacer algo que me permitiera ser más flexible y percibir al instante lo que destella a través de mi mente. En ese momento, también estaba apuntando a un cambio en el tipo de entretenimiento, así que decidí hacer una serie de televisión.” (Satoshi Kon)

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Fotograma de Paranoia Agent

Así apareció la oportunidad perfecta para usar sus ideas en una serie bastante corta, pero que dadas las libertades en relación al proceso creativo, iba a convertirse en uno de los grandes y más complejos trabajos de toda la carrera de Satoshi Kon.

Como mencioné en un inicio, la historia iba a tener gran influencia de los trabajos de David Lynch y de elementos provenientes del psicoanálisis y el estudio de los sueños y el subconsciente. Satoshi Kon deambula otra vez a través de sus paisajes predilectos.

En aquellos tempranos años del siglo XXI, el artista reflexiona con gran nostalgia sobre aquella sociedad en la que los individuos amontonados entre edificios, estaciones del metro, buses repletos y zonas comerciales, han dejado de relacionarse entre sí y se han convertido en sujetos solitarios interactuando con teléfonos inteligentes. Esto se convierte en terreno fértil para que las psicosis se manifiesten y el ello deambule libremente. Es así que aparece el personaje clave en esta serie, Shōnen Batto, un macabro niño al que difícilmente vemos el rostro, que se transporta en patines de oro y propina golpes certeros, con su bate también de oro.

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Fotograma de Paranoia Agent

De nuevo el subconsciente (en este caso el ello) de los protagonistas se expresa a través de un misterioso personaje, que se convierte en un llamado de alerta sobre sus verdaderos deseos. La serie, al igual que ocurre con los trabajos de Lynch, trata temas alrededor de la fuga disociativa, motiv en Lost Highway (Lynch, 1997), y la figura del doppelgänger o el siniestro Freudiano en Twin Peaks (Lynch, 1990) y Mulholland Drive (Lynch, 2001).

Paranoia Agent, es tal vez uno de los más grandes trabajos (a mi gusto el mejor) de Satoshi Kon, en donde pudo conjugar los elementos más importantes con los que ha sentido afinidad. Además, ha podido jugar con muchas de las ideas e inquietudes que tenía sobre el desarrollo del ser humano y las sociedades contemporáneas. Con Paranoia Agent hace una disección muy clara, a través de sus esquizofrénicos personajes, de muchas de las manías ocultas de los individuos actuales. En el momento en el que el bate dorado velozmente golpea como en un sueño a Tsukiko, no sólo está transformando su vida sino también la del espectador.

 

Paprika (2006)

Después de varios años de haberse propuesto adaptar la obra de Yasutaka Tsutsui, finalmente puede empezar a trabajar con un presupuesto bastante decente y dar forma al mundo onírico de Paprika. La novela homónima de Tsuitsui (uno de los grandes escritores de ciencia ficción del Japón), utiliza muchísimos recursos literarios herederos de las experiencias del control de sueños y los métodos para alcanzar sueños lúcidos, que se popularizaron en Japón a inicios de la década de los noventa.

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Fotograma de Paprika

Para su adaptación, Satoshi Kon utilizó como base también todas sus investigaciones y elementos que el mismo había descubierto en el desarrollo de sus anteriores películas. Podemos decir que esta es una obra madura del autor con una calidad superlativa en todos los sentidos; es dominador del arte cinematográfico y las técnicas de animación. Es un mago con el montaje, generando el mismo nuevos lenguajes y ritmos narrativos que posteriormente serían muy utilizados en grandes producciones de Hollywood, y este mismo uso del montaje vendría ligado a una construcción narrativa muy vanguardista que muchos de los grandes directores contemporáneos admiran.

En Paprika se cuenta la historia de un grupo de científicos. Ellos se encuentran investigando y desarrollando un método para entrar en los sueños de sus pacientes y así tratar distintos problemas psicológicos a través de una relación más directa con el subconsciente. Hasta el momento, la psiquiatra Atsuko Chiba junto con su alter-ego dentro del sueño (muy bien desarrollado) Paprika han realizado varios experimentos con pacientes para tratar sus problemas. Lo han hecho de manera ilegal puesto que el dispositivo que les permite entrar en los sueños aún no tiene los permisos para funcionar. El problema con este tratamiento es que la capacidad de entrar en el subconsciente de los pacientes puede provocar que sus sueños, ergo, su realidad sean manipulables (nos recuerda bastante a cierta película de un director británico estrenada en 2010).

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Fotograma de Paprika

Este es el principal punto de giro de la historia ya que algunos de los prototipos del dispositivo desaparecen. Así , se liberan los juegos narrativos de Satoshi Kon y nos transportan a través de sus Trompe-l’œil, dentro de los varios niveles del sueño y de la historia. El espectador perderá nuevamente la noción del relato y la realidad que tiene frente a sus ojos, siendo parte en muchas ocasiones de las psicosis de los personajes. “Él era mi otro yo” dirá el detective Konakawa (otro de los personajes principales) luego de haber superado su neurosis por ansiedad.

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Fotograma de Paprika

En muchos pasajes son notorios la fragmentación y el desdoblamiento de los personajes. Vemos también el recurrente motiv de las mariposas azules. Cuando Paprika y la doctora Atsuko finalmente se disocian, el primero se encontraba en forma de mariposa y la doctora Atsuko es forzosamente liberada como de un capullo del interior de Paprika, una metáfora maravillosamente construida.

Estos y varios elementos más, que requieren estudios más profundos (como los de Brown sobre el Performance, los de Osmond sobre la técnica cinematográfica o los de Napier sobre la construcción de lo femenino en su cine) son los que hicieron que Paprika sea estrenada en la apertura de la 63ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia. También la llevaron a ganar premios en Canadá, Portugal y los Estados Unidos y fue la fuente de inspiración o tal vez un blanco de plagio no intencionado (ya que al contrario de Aronofsky, Nolan sí ha expresado públicamente su admiración por el trabajo de Satoshi Kon) de la múltiple galardonada Inception (Nolan, 2010).

 

Ani*Kuri15 y Dreaming Machine (2007)

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 Después de Paprika, Satoshi Kon se reuniría con Mamoru Oshii and Makoto Shinkai para crear en 2007 una pequeña serie de 15 cortometrajes de menos de 3 minutos con varias temáticas, entre los que dirigió Ohayō.

Posterior a este trabajo, empezaría a preparar su siguiente proyecto, Dreaming Machine, que no tendría protagonistas humanos  y que según propias palabras de Kon “sería como una road movie para robots”. Lamentablemente en Mayo de 2010 sería diagnosticado con cáncer al páncreas, dándole 6 meses de vida. Con esta noticia, Satoshi Kon decidirá pasar ese tiempo en su casa junto a su familia, y escribiría pocos días antes de su muerte un mensaje dirigido a sus fans, el cuál cierra con la frase “con toda la gratitud por todo lo bueno en este mundo, dejo mi lápiz, o-saki ni” (un saludo de despedida que se usa cuando alguien tiene que partir antes que el resto). Así, Satoshi Kon moriría un 24 de Agosto de 2010, a la edad de 46 años ,dejando uno de los legados más importantes para la historia del cine.

Para finalizar, en este video de Tony Zhou se muestran de manera bastante didáctica las grandes innovaciones de Satoshi Kon en el montaje y la edición.

 

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