Experiencias post digitales, intrigante «ñengoth», boleros cálidos y luminosos. Revisamos tres discos nuevos y contundentes que creemos que te pueden hacer el día.
Ataw Allpa & DJ Nirso – Álbum: Sonora Post Digital
Portada de Sonora Post Digital (2018). Ilustración de Ivis David Flies / Logo y tipografía por Ataw Allpa
Sonora Post Digital es un disco con espíritu trans amazónico y mirada artificial. Nace del afortunado encuentro entre el DJ ecuatoriano Ataw Allpa, quien daba pasos fuera de la escena hip hop de São Paulo en 2013, y el brasileño DJ Nirso, que buscaba en ese entonces volver a tocar instrumentos en vivo. Su unión musical se activa con un embale compartido en torno la cumbia digital, que se alimentaba sobre todo con la influencia de la cumbia peruana. Conociéndose de la pista y con la experiencia de haber mezclado juntos en algunas fiestas, los dos músicos y productores decidieron dar inicio a su poderoso experimento post digital.
Un acordeón diatónico en afinación ADG – la más usada para la cumbia- fue el instrumento para construir relaciones armónicas que guardaban semejanza con ritmos del norte y noreste brasileño. Decidieron producirlos y mezclarlos con guitarra eléctrica, y así nacieron las primeras canciones. «En esa época le llamábamos Sonora Digital porque no teníamos todavía el concepto de post digitalidad que nos llegó después, cuando teníamos el producto hecho. Nos dimos cuenta de que nuestra forma de composición excedía por mucho las limitaciones de la naturaleza de la música producida digitalmente…», cuenta Ataw Allpa.
Se trata de un disco regional de música electrónica, grabado entre São Paulo y Quito, que incluye ritmos como cumbia, forró y carimbó, que se encuentran con house, trance y tecnobrega. «En Sonora Post Digital podemos escuchar canciones con 30 o 40 canales, lo que ofrecemos es una experiencia que se acerca mucho a esa psicodelia tropical de la cumbia amazónica peruana y del carimbó, que son nuestra inspiración», explica Ataw Allpa. El álbum incluye remixes de Lascivio Bohemia (EQ), Señor Chancho (CH) y Tribilin Sound (PE); y presenta colaboraciones con Illescas (EQ), Sistema Uaná (BR), Pablo Díaz (CO) y Catarina Dee Jah (BR).
Escucha Postlatino Ep. 2: Ataw Allpa – Tungasuca feat. EVHA
Existe una visión política detrás de esta experiencia musical. «Tiene que ver con que las personas en Brasil se enorgullezcan de aquello que siempre habían rechazado: la música del noreste y del norte. En Brasil generalmente se habla de bossa nova, de zamba, dejando de lado estos mestizajes con la música indígena y la música amazónica, que era lo que más nos interesaba resaltar», afirma el DJ ecuatoriano.
Tayos, Tayos, Tayos – EP: Bailorio
Portada de Bailorio (2018). Ilustración de @xuhxyn /Diseño de Sabi Gallegos-Anda
Nuevos enigmas que llegan a nosotros través de impecables sonidos ñengóticos y un impactante universo visual. Lo han descrito como una experiencia inmersiva, como habitar un pequeño espacio personal durante casi 10 minutos. «Te pierdes, al menos eso me han comentado», dice Aldo Vanoni (guitarras y teclados). «Es un viaje de emociones que te lleva de bailar a llorar…», agrega Sabi Gallegos-Anda (guitarra, letra y voz). De ahí viene «Bailorio», haciendo referencia a un trayecto musical que te puede remitir a episodios tan distantes.
El nuevo EP de Tayos Tayos Tayos empezó a cocinarse el año pasado, cuando de una lista de ocho temas se seleccionaron cuatro, y con ellos se emprendió este nuevo capítulo. Sebastián Ontaneda fue el productor, quien no solo dio apertura para la transformación y crecimiento de esas canciones, sino que fue el aliado perfecto para complementar con su amplio conocimiento técnico el carácter empírico de la banda. Él guió a los Tayos hacia nuevas experimentaciones del sonido. «Por ejemplo, ninguna guitarra se grabó con un amplificador, todas fueron grabadas directo a la computadora. No tenía idea que podía ser tan realista, suena súper natural…», cuenta Aldo.
«Bailorio» es producto del trabajo del «dream team» -como lo describe Sabi- que conforma ahora la banda. La alineación incluye a Sebastián Peralta (bajo) y a Aldo Macchiavello (batería). Con esta configuración, el grupo exploró temas antiguos, de los iniciales de la banda, que cobraron nuevas vidas en la realidad actual de Tayos. Solo uno, «Tutankabrón», pertenece a otro momento, es un tema que corresponde y representa más a esta etapa. «Esa es la pieza clave, central», cometan.
A ese track le acompaña una introducción muy especial, que afirman le aporta al EP una vibra más cinemática, «como transición de una escena a otra», señala Aldo. En este tema interviene José Orellana (La Madre Tirana), que con su voz aporta un color distinto dentro de este intenso e intrigante viaje.
Alex Eugenio – Álbum: Aurora
Portada de Aurora (2028). Foto de Adriana Gomez / Diseño de Adriana Crespo
Cuando presentó Aurora, Alex Eugenio dijo que este disco «despierta la felicidad mediante el romance». Se refiere a un tipo de romance que él asocia con una identidad latinoamericana, y desde ahí rinde homenaje a la gente de acá. Este álbum ofrece una muestra de esa belleza que El Romántico de la Perla encuentra en su entorno, y la pone al servicio de cada escucha, como una banda sonora que permite magnificar las experiencias cotidianas. «Creo que de alguna manera te ayuda a que esa película llamada Latinoamérica tenga más sentido, más ritmo, más romance, lo pinta con mucho orgullo y alegría… esta vaina te ayuda a disfrutar más la playa, más de tu vida, el romance que puedes tener con alguien, creo que esa es mi respuesta: un disco que se supone te ayuda a musicalizar donde vives y a hacerlo más bonito».
Las primeras chispas de Aurora datan del 2014, cuando Alex Eugenio vivía en Canadá. Con añoranzas por Ecuador, buscaba degustar a través de la música algo de esa atmósfera que extrañaba. El bolero fue el cable a tierra, ese lenguaje a través de cual podía comunicarse con la gente de esta parte del planeta, un vínculo que lo conectaba con personas diversas. «Este tipo de ritmos latinoamericanos viven dentro de todos nosotros. Sea gente mayor o joven, escuchan bolero y sienten algo o les hace acuerdo a sus abuelitos, pero siempre la gente siente una familiaridad con estos ritmos, y eso es algo que me parecía muy bonito», explica.
El álbum se grabó en el estudio de Polimusic, con dinámicas colaborativas y junto a un equipo poderoso. En la producción de los temas estuvo Mauro Smaniego, cuya presencia fue clave porque podía «traer un ángulo más contemporáneos a estos ritmos viejos, hacer un refresh, traer sonidos nuevos, ese reverb de Da Pawn», dice Alex Eugenio. En esa área contó también con Raúl Molina, y Alex Santos fue el ingeniero de grabación. Con ellos, logró presentar un universo musical que remite a referentes de antes, pero trae una nueva apuesta. «Siempre intentamos buscar ese color que rendía tributo al pasado, pero que también abría nuevas puertas y alternativas al futuro, al futuro de esta música…», cuenta.
A ese equipo se sumaban artistas que llegaban para colaboraciones específicas. Así, músicos como Toño Cepeda o Miguel Gallardo fueron también parte del proceso. «Fue como una comunidad de músicos trabajando juntos, tengo mucho aprecio a eso. Todo el mundo venía a patear el balón, y era como un partido amistoso, no era un partido de competencia, sino uno en el que todo el mundo disfrutaba, yo creo».
La portada de Aurora presenta a Alex Eugenio con su clásico terno blanco, como quiere verse y ser percibido: como un cantante, más que como un proyecto o banda indie. Con ese espíritu llega su nueva propuesta a un público diverso: «No solo peladitos sino gente de 60 años que aprecia que de alguna manera este género intenta sobrevivir, que en lo que llaman esta masificación o esta cantidad de información gigantezca, haya un man cantando boleros. Me lo agradecen y eso me pone feliz».
