Te dejamos 10 consejos con yapa y mucho cariño para hacer de este tiempo de aislamiento algo un poco más llevadero y provechoso.
Es normal sentir angustia y ansiedad en una situación de encierro, sobre todo si es involuntario, como en el aislamiento que se vive actualmente a causa de la propagación del Covid-19.
Aunque el aislamiento tiene le intención de cuidar que no nos contagiemos, ni contagiemos a otrxs, ¡también debemos pensar en nuestra salud mental! A continuación, 10+1 pequeños consejos para sobrevivir con cordura al aislamiento.
1. ¡Luz y Aire!
Aunque parezca elemental, la sensación de encierro puede mejorar notoriamente si se ventila e ilumina el espacio en el que estamos, incluso si este es pequeño. Abrir las ventanas durante el día, de manera que entren el aire y la luz del Sol, evitará que sentimientos de ansiedad incrementen.
¡Respira un poco de aire fresco, y caliéntate un poco con la luz del sol! Ya verás que, sutilmente, esto te animará.
Ilustraciones de Lu Andrade. @luilustradora
2. Suave con las redes
Uno de los mayores riesgos en una emergencia como la que vivimos es la infoxicación. Este término hace alusión a un flujo de datos y de información superior al que podemos manejar y comprender. En estos casos, la información nos confunde en lugar de ayudarnos y puede generar sensaciones de impotencia, ansiedad e, incluso, pánico. Por eso, es importante limitar el tiempo que estamos en redes sociales. ¡Deja tu celular un rato, para eso están todas estas alternativas!
3. Información, activa y crítica
La incertidumbre es moneda corriente en estos momentos, y la única manera de frenarla es la información. Para ello, es importante estar al tanto de los comunicados de las autoridades y fuentes oficiales, pero también hacer investigación en canales alternativos. Estos —muchas veces— dan información más precisa, más clara, menos alarmista y menos tendenciosa.
Tener una opinión propia y formada es muy importante. Estar informadxs nos da seguridad ya que nos permite saber cómo actuar y qué esperar de cada escenario.
Sin embargo, es imprescindible evitar la propagación de fake news ya que estas generan un círculo vicioso de desinformación y pánico. ¡No compartas ninguna noticia sin fuente y fecha, aunque te la haya enviado la tía que siempre te alegra con sus piolines!
4. Letras
Una de las cosas para las que usualmente no tenemos tiempo son la lectura, y mucho menos la escritura. Ambas tienen beneficios a nivel cognitivo y anímico —de hecho, se ha demostrado que en el cerebro generan un efecto parecido al de la meditación—.
Leer una novela, un cómic, el blog de alguien interesante o investigar sobre nuestros intereses puede ser de gran ayuda para sobrevivir a la cuarentena.
Por otro lado, escribir cuentos, poesía, llevar un diario de sueños o de registro de nuestro día a día puede servir como catarsis y ayudarnos a procesar lo que sentimos. También es útil para aclarar nuestras ideas y pensamientos, en momentos en los que todo parece confuso.
5. Aprende algo (sin dinero)
El aburrimiento es una de los mejores aliados de la ansiedad. Aprender es una de las actividades más efectivas contra el aburrimiento, ¡no todo en la vida es ver Netflix! En la actualidad el internet está lleno de tutoriales, blogs y foros con miles de alternativas para gente con todo tipo de intereses. Desde aprender una receta culinaria hasta practicar un nuevo idioma son algunas alternativas.
Además de eso, hay plataformas de educación en línea, como Coursera, Doméstika o el museo del Prado en Madrid, que están ofreciendo cursos de formación gratuita frente a la pandemia actual.
6. La Playlist
Una de las alternativas que se han hecho virales es preparar una lista de reproducción con buena música durante el aislamiento. Además de pasar un buen momento escuchando, seleccionando y ordenando las canciones, esta es una buena manera de compartir con otrxs algo que nos gusta.
Escuchar música con la que que disfrutamos tiene un efecto inmediato en nuestro estado de ánimo, generando una sensación de alegría y seguridad. Compartir tus canciones favoritas —tanto como escuchar las listas de tus contactos— puede ayudarte a enfrentar sentimientos de soledad y encierro.
7. Hacer ejercicio
El aislamiento en casa supone el riesgo del sedentarismo, que es muy malo para la salud y, por si fuera poco, incrementa los sentimientos negativos propios de la situación. En internet existen infinidad de canales y cuentas que ofrecen rutinas y asesoría para que podamos hacer ejercicio sin salir de casa.
Mantener actividad física nos brinda una sensación de bienestar emocional casi inmediata, ya que libera neurotransmisores relacionados con el disfrute y la alegría. Además, estimula el sistema inmunológico y mantiene en buen estado la salud física. Sacarle un cuerazo a la cuarentena no estaría nada mal, ¿verdad?
8. En casa ordenada no entra el pánico
Arreglar y limpiar los espacios que utilizamos es otra medida muy sencilla para pasarla mejor estos días. Aparte de tener un impacto directo en el lugar que estamos habitando, está comprobado que ordenar y limpiar los espacios de casa – en especial cocina y habitación- genera una sensación de satisfacción y de tranquilidad.
Dedicarle un tiempo cada día al arreglo de y aseo del hogar nos dará una sensación de orden en medio de este tiempo caótico.
9. Germinar en tiempos del cólera
Una gran manera de alegrar los días en los que no salimos es cuidando de otrxs seres vivos. Germinar las semillas de alguna fruta o verdura que comamos puede ayudar a distraernos y sin duda nos dará una inmensa alegría ver brotar esas plantitas.
Compartir tiempo con nuestra mascota, cuidar y podar las plantas que ya tenemos también pueden ser una manera de pasar el tiempo en la mejor compañía.
10. Ommmmmmm
La meditación es una de las armas más poderosas para enfrentar la incertidumbre, el miedo y la ansiedad. De hecho, se utiliza como elemento terapéutico para las personas que sufren de trastornos de ansiedad. Lo único que necesitamos para meditar es un espacio tranquilo, donde no seamos interrumpidos. Al principio nos costará un poco, pero con la práctica podremos hacerlo cada vez con más facilidad.
Existen varias técnicas de meditación, relajación o simplemente respiración que se pueden consultar fácilmente en internet. A continuación, nuestra sugerencia, una rutina sencilla y corta para practicar una meditación de pocos minutos.
- Cerrar los ojos
- Respirar profundamente
- Sentir el peso que tienen cabeza, hombros y pies.
- Centrar toda la atención en nuestra respiración y en nuestras sensaciones corporales.
- Invitar amablemente a retirarse a todos los pensamientos que aparezcan.
- Disfrutar de las sensaciones que se presentan durante el mayor tiempo posible. —¡Pero no te quedes dormidx!—
- Para terminar con la meditación, cierra tus puños y llévalos firme y suavemente hasta tus hombros. Así podrás seguir con tus quehaceres con una sensación de paz y ligereza —muy útil no solo en tiempos de cuarentena—.
Esta rutina puede practicarse cuantas veces sea necesaria, ¡y traerá beneficios a nivel mental, anímico y espiritual casi inmediatamente!
11. Estar en contacto con la fam y lxs amix.
En estos momentos es más que razonable sentir preocupación y miedo por el bienestar de nuestrxs seres queridxs. Gracias a la tecnología, podemos saber si nuestra familia y amigxs están bien, sin que debamos salir y exponernos a contagios. ¡Aunque lxs extrañes mucho, no salgas! A través de redes sociales, o con llamada —como cuando llamabas a quien te gustaba en la escuela—, puedes estar pendiente y compartir emociones, pensamientos, ideas e información —y unos buenos memes, por supuesto—.
En este contexto de cuarentena, aislamiento y miedo generalizado, la soledad es una de las mayores amenazas. Mantener y fortalecer nuestras redes nos dará un apoyo vital para superar esta crisis.
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Recuerda que de toda crisis se puede sacar un aprendizaje, y salir de ella siendo una persona más grande, más humana y más íntegra es posible. Aprovecha esta oportunidad para conocerte a ti mismx, hacer introspección, estar en silencio y meditar. Intenta obtener algo positivo de todo esto, y busca vivir el aislamiento como un retiro temporal de este mundo ajetreado y volátil, ya que en, en nuestro tiempo, eso es muy valioso.
