Brutales, inmisericordes y crudas, las placas pesadas de septiembre son una montaña rusa de emociones y desvaríos.
1. Pupil Slicer / Álbum: Blossom
Dos años atrás escribí algunas líneas del poderoso Mirrors, disco antecesor de los británicos Pupil Slicer. Hoy, nuevamente, vuelven con un disco demoledor, Blossom, en cuyas líricas podemos descubrir un álbum conceptual, con muchas influencias de ciencia ficción y horror.
Comparto con los criterios que han comentado que esta segunda placa baja un poco el nivel ensordecedor del mathcore para tomar más del post hardcore-metalcore. Esto también se da porque los temas son un poco más largos esta vez; ya no tan crudos y directos a la usanza grindcore.
Esta placa combina un sonido mathcore muy novedoso, por así decirlo, que sin ser completamente innovador, tiene muchos toques tanto en lo musical como en la estética de lo grupal, que lo hacen parte de esas bandas que tienen un sonido fresco. Sin caer tampoco en excesivas licencias o en innecesarios prejuicios musicales. Esto, en conjunto con los ambientes logrados, las dinámicas melódicas, las estructuras y texturas sonoras, fluyen sin problema y sin sacrificar intensidad, convirtiéndose prácticamente en una montaña rusa de emociones y desvaríos.
2. Blackbraid / Álbum: Blackbraid II
Gran revuelo causó el estreno de Blackbraid I y diversos singles en el 2022 por parte de los nativos de las montañas de Adirondack, entre la frontera de USA y Canada. Sin ser ni la primera ni la última banda de metal que toma como base las tradiciones y temáticas indígenas —muchas de las bandas de la 1ra y 2da ola del black metal se enfocaron en eso—, formaron un proyecto directo, vívido y musicalmente mucho más accesible; en lugar de ser un proyecto aislado o enfocado en un sonido mucho más recluido, especialmente en cuanto a su producción.
Este 2023, de su segunda placa y sonido destaco las partes acústicas, muchas de las partes medias instrumentales que incluyen el uso de instrumentos locales, sumado a transiciones atmosféricas nítidas, que logran un evento limpio, con grandes momentos, tanto de fuerza como de melancolía.
Dentro del aspecto creativo lírico, el universo nativo norteamericano es al mismo tiempo tan diverso como desconocido; en parte, por las verdaderas razones de su aislamiento, que van desde colonialismo y genocidio sistemático, hasta las más modernas como usurpación, opresión, racismo, entre otras. Así, el poder contar sus mitos, leyendas, complementados con la realidad de las reservaciones o de la triste modernidad de sus pueblos, dan como resultado un disco imperdible.
Por último, hay que recordar que Blackbraid es un proyecto en solitario, surcado por la bruja halcón, Sgah´gahsowáh.
3. Calligram / Álbum: Position | Momentum
La brutalidad que transmite Calligram retorna en otra placa arrolladora. Y es que no era para más. Luego del potente The Eye is the First Circle del 2020, que también lo puse entre mis favoritos de ese año, fuera mi debut con esta agrupación que radicada en UK, Position | Momentum trae consigo los sonidos de los diversos lados de donde provienen sus músicos: Francia, Italia y Brasil.
Así, ese retumbar de blackned post metal que imprime Calligram conjuga una serie de elementos claves y sencillos, al mismo tiempo que brutales, inmisericordes y crudos, pero con un sonido y producción limpios, sin saturación exagerada. Se nota que esta vez hay menos influencia de sonidos sludge o hardcore, y se centra más en momentos lentos como de un doom exacerbado.
Algo que me motiva de su sonido es que no me llega a convencer completamente, pero me encanta. Eso posiblemente quiere decir que creo que tienen mucho todavía para crear con esa misma implacable maldad. No es su forma final. Calligram es una experiencia de desesperación, energía agonizante que se rehúsa a morir; abrasivo, inmenso.