Una banda con mucho ímpetu y muy conocida dentro de la música nacional, un disco potente con concesiones a lo clásico y un álbum ambicioso en su planteamiento. La lista pesada trae tres placas brutales que te deslumbrarán.
1. Descomunal / Álbum: De Oscuro Final
Se creería que escribir sobre alguno de los discos o bandas más cercanos de tu juventud puede ser sencillo, pero siempre que abordo alguno de ellos me llegan muchos recuerdos y me faltan palabras. Y es que la emoción muchas veces ocupa lugares en la memoria que no pueden ser remplazados o expresados de la manera que uno quisiera. Así, uno termina pecando de ingrato con lo que quiere transmitir.
El año anterior, RC sacó un resumen acerca de la última placa de Descomunal, Alianza. Por ahí se dijo todo lo que se tenía que decir acerca de ese gran trabajo. Sin embargo, antes de su gira por Europa en los próximos meses, quise darle espacio a un pequeño EP de cuatro canciones que considero importantísimo para lo que hoy es la banda.
Me tengo igual que referir a Instinto (2002), el primer demo de Descomunal. Por aquel entonces, la escena under necesitaba una banda con ímpetu. Y Descomunal vino a satisfacer esa necesidad, lo que los llevó a destacar muy pronto. En las tocadas, temas como “Ya basta” o “Somos más” eran furiosamente pogueados e iban de la mano de la creciente escena hardcore de esos años. Pero es en el 2005, con De Oscuro Final, cuando siento que la banda da el giro al sonido que se volvió la base para toda su creatividad futura.
El tema de inicio, “Prevén tú la muerte” —con letra del himno nacional—, y otros como “Ignorancia Heredada”, “De oscuro Final” —con un blast beat intermedio arrollador—, más el relanzamiento de “Héroes de Plastilina” —el tema que mejor muestra el cambio de sonido de la banda entre un disco y otro—fueron, y son hasta ahora, los cuatro hits que parieron al monstruo Descomunal de la actualidad. Todo nace de ahí.
El resto de la historia, muchos ya la saben. Y quizá sepan también que Descomunal se embarcará pronto —del 6 de septiembre al 5 de octubre—en una larga gira europea que recorrerá Holanda, Bélgica, Hungría, Alemania, República Checa, Francia, Italia, Suiza y España. Así que la mejor de las suertes a una banda construida a pulso, y que, definitivamente, marca un antes y después en la música pesada nacional.
2. Lingua Ignota / Álbum: Caligula
La irreverencia mezclada con furia, en la voz de Kristin Hayter, nos trae, en pleno 2019, a uno de los actos más desafiantes que he seguido en el último par de años. Emocionalmente complejo y penetrante, Caligula es para nada un disco fácil de escuchar y, más que todo, de digerir.
Con clara similitud en rudeza y composición a su anterior disco, All bitches die, de 2018, Caligula explora la creación de canciones con partes limpias, al estilo clásico y mezcladas con ópera, pero con arreglos pesados y desaforados aullidos en partes llenas de marcada violencia. No podía ser de otra manera.
Hay un efecto de magnificencia, cual si fuera la banda sonora de todo el terror acumulado de una película religiosa, cuya trama suele presentar actos siniestros maquillados con bondad. De ahí que podamos decir que la filosofía que subyace es crueldad con fachada de pureza. La misoginia primordial —que hace referencia a Eva, la primera mujer según el relato bíblico— estimula como temática, entre llantos, dolor y lágrimas, la grabación.
Los ecos de Hayter producen, por igual, el crecimiento de la temática y la correcta repartición entre pausa y clímax, creando un contraste marcado entre lo angelical y la visceral conclusión.
Estoy seguro de que es uno de esos discos que dividen marcadamente la opinión, especialmente si se analiza a fondo las líricas y la composición. Pero da para hablar y para escribir, lo cual me deja siempre con ganas de más.
3. Warforged / Álbum: I, Voice
Entre otra de las nuevas bandas que he escuchado este tiempo, Warforged ha ido creciendo en mis constantes búsquedas de nuevos ritmos y mezclas. En su debut, con un complejo disco de más de 60 minutos de música dura para los oídos, tenían que ser nombrados.
Y es que este tipo de bandas, con marcada construcción progresiva pero cada vez más arrolladora, me tienen siempre en continua exploración. Las divido, las multiplico y las percibo de distintas maneras.
A pesar de que en algunos temas me pierdo momentáneamente, creo que la necesaria paciencia da buenos resultados y, aun mejor, augura un brillante futuro.
Quiero destacar en especial los intersticios, que brindan suficiente oxígeno a la obra. En ella las ideas no son incorrectas, pero veo algunas tinieblas en cuanto a la comprensión en su totalidad, y a la coherencia que podamos percibir. Siento que, por momentos, puede caer en el vicio de la repetición excesiva. Ayudaría a la digestión algo más de claridad en la producción de la vocalización, o quizás una menor cantidad de instantes épicos.
Sin duda, el proyecto es insaciable por la cantidad caminos que toma, pero espero algo más conciso para juzgarlos mejor. Este es obviamente su primer y extremado intento de cohesionar toda esa maldad. Y, para ser un primer intento, promete mucho.