Exploramos los significados que se impregnan en el vestuario de un proyecto musical. Recorremos las historias y colaboraciones que dieron vida a esas prendas clave.
«Todo lo demás está armado: la preparación vocal, los visuales, los momentos que forman un show en vivo. Después me pongo a pensar en cómo voy a presentarme yo en la ropa, en el maquillaje, en el peinado. Cada cosa tiene su significado y eso le va construyendo también a la artista. Es la manera en la que te ves en el espejo antes de salir y todas las cosas confabulan, todo lo que estás usando te llena de energía, de potencia para darle al público lo mejor que tienes», dice MINA.
Desde su visión, los objetos, las formas, los colores y materiales son instrumentos poderosos para representar los procesos que vive como artista. Ella encontró en el vestuario una forma más para comunicar su propuesta y para resolver esas fuertes emociones que han marcado su historia en los escenarios. Así, a través del vestuario pudo construir una pulida armadura para enfrentar los desafíos de su primer show en vivo, o transitar entre el misterio y el brillo intenso con su refugio personalizado de tela dorada.
Pero el vestuario no solo es un instrumento para movilizar ideas y emotividad. En el caso de MINA, también revela procesos de colaboración de una comunidad creativa local. Cada prenda cuenta la historia de encuentros entre músicos y diseñadores, de los diálogos entre sus visiones y la construcción de un movimiento artístico que se nutre con la producción de distintas áreas.
Para descubrir estos procesos e historias, exploramos ropa del universo de MINA. Hablamos con la artista y con las creadoras de dos piezas de vestuario que han sido clave en su carrera.
Una armadura para la primera batalla
MINA dio su «primer golpe» musical en 2016. Desde entonces, la fuerza y el poder eran la clave de la feminidad que ella buscaba encarnar, y que encontraba formas potentes de materializarse a través de sonidos, movimientos e imágenes desafiantes. Con «Niña Mala», la primera puerta hacia su universo, se podía sentir que este proyecto tenía intenciones y opiniones claras y que venía a hablarnos de frente.
Con esa visión, MINA enfrentó su primer gran reto en vivo: su misión era abrir el Festival MARSATAC. «Era el primer golpe que íbamos a dar con el proyecto, y buscábamos que la ropa represente exactamente lo que queríamos decir, que esté al nivel del show que estábamos mostrando», cuenta.
Esa fuerza y determinación que sostienen permanentemente su personaje musical, se fusionaban en ese momento con un espíritu guerrero que invadía a la artista, y esa mezcla de significados y emotividad debía verse en escena. «Para mí era importante un vestuario fuerte, que me haga sentir como una súper heroína… Subirme a un escenario por primera vez y ante tanta gente sí era lanzarme a una batalla, no mala, sino una batalla donde voy a crecer y a aprender. Era lanzarme a la guerra».
Para transportar esos significados a un lenguaje de texturas, formas y color, MINA buscaba a diseñadores jóvenes que estuvieran también arrancando y que compartieran ese sentir del primer gran impulso de sus marcas. Además, ella quería construir algo desde cero: «nada prefabricado, decidir desde los materiales hasta los diseños». Así, encontró en la diseñadora quiteña María Gracias Robles a su aliada perfecta. Juntas crearon la primera pieza.
«Pude ponerme en los zapatos de ella como artista», dice María Gracia. Ella cuenta que MINA llegó con un cuadro de referencias que incluía colores oscuros, imágenes tribales y personajes como Alicia Keys. Tenía ideas para el peinado y el maquillaje. «Eran cuestiones bastante fuertes, de una mujer empoderada», cuenta la diseñadora.
En sus primeras reuniones escucharon juntas todo el EP de MINA. «Traté de envolverle en lo que queríamos representar: esa fuerza, la mujer latinoamericana, el talento, la determinación», dice la cantante. A partir de esas definiciones empezaron a nacer las propuestas.
El diseño tenía una pieza central con líneas que se desprendían. María Gracia explica que ese centro representaba la columna del proyecto musical, y a partir de ahí nacían las aristas, los matices, las diversas formas en las que MINA quiere proyectarse. El vestuario proponía una revelación de la artista, un descubrimiento misterioso a través de la composición, el color y los materiales. «Trabajamos con transparencias, color negro sobre negro, juego de elástico por encima del cuerpo, acentuando sus formas, pero también cubriendo. Una sensualidad no explícita, algo sobrio (…) Era como su armadura personalizada. Sin verse rígida, se podía mover. Es algo muy lindo que pudimos lograr en poquito tiempo».
La pieza estuvo lista en dos semanas. El diseño respondía a las intenciones del proyecto, y cada detalle a las necesidades de MINA en el escenario: sobre todo poder moverse con libertad. «Hicimos simulacros en el estudio de Gra, donde yo canté, bailé, hice las cosas que haría en escena… cuando yo estoy en el escenario, tengo que ser libre. El público siente todo lo que tú sientes, entonces para poderles transmitir esta libertad, tengo que sentirme cómoda, y estas piezas lo lograron», asegura MINA.
MINA, descubrir el oro puro
Cuando se alistaba para su primer show internacional en México, MINA proyectaba su fuerza ya no como una guerrera. Esta vez se sentía como el fuego y debía mostrar ese resplandor. «Quería transmitir esta energía de una joven que se va fuera del país seleccionada del FIMPRO (Feria Internacional de la Música Profesional), con todo lo que tengo para ganarme un espacio en este lugar donde hay pura gente talentosa», dice MINA.
La intensidad con la que afrontaba el nuevo reto debía impregnarse en cada elemento de su propuesta. Esta vez acudió a Nathaly Puente, autora de Tinta Co., para imprimir toda esa emoción en un prenda para el escenario.
Nathaly y MINA comenzaron a explorar juntas las nuevas inquietudes del proyecto, trazaron objetivos del vestuario y recorrieron referencias. En esa investigación, la diseñadora identificó un concepto clave: trascendencia. «MINA es el encuentro de algo, un tesoro que está escondido, algo que se ha dado en el tiempo, un descubrimiento personal», explica.
La selección del material fue importante en este proyecto de diseño. En su exploración, Nathaly se topó con una tela que se sintonizaba de manera precisa con lo que querían representar. En su búsqueda de resplandor, ellas encontraron una mina de oro. «Todo lo que habíamos conversado se traducía en un metro y medio de tela», dice Nathaly emocionada. «Tiene un tono metálico negro, pero también es dorado. Funciona súper bien con la luz».
Durante el proceso de creación, MINA y Tinta Co. encontraron ejes de trabajo compartidos. «Ella no trata de hacer algo que ya está sonando sino más bien de fusionar lo que existe para crear algo nuevo. En eso coincidimos un montón porque en Tinta, mi marca, me gusta mucho tratar de reciclar, y a partir de ahí sacar algo que no se ha visto antes», cuenta Nathaly.
En este proceso de diseño, la búsqueda era cercana al hip hop. Querían lograr una prenda suelta que le permita a MINA moverse libre en el escenario, y que pueda materializar esa fuerza femenina que despliega la artista. Además, querían que tenga una capucha para prolongar ese misterio característico del inicio de sus shows.
«Jugamos con este estilo oversized. Si usa la chaqueta abierta, se hace un estilo un poco más hip hop underground, pero si te la subes y cierras tal vez se podría ver como un mini vestido. La idea es que sea algo funcional, que pueda dar diferentes looks dependiendo la forma en la que la usa», explica la diseñadora.
El resultado fue una pieza poderosa y flexible, que enriquece la propuesta de MINA dentro y fuera de escena. «Por la capucha y el color, da este efecto misterioso fuera del escenario, pero cuando le pegan los reflectores y las luces, brilla, que era lo que buscábamos», dice Nathaly. Para ella, otra de las riquezas de este vestuario es que pertenece únicamente al universo de MINA. Nace en él y tiene su espíritu. «Esa pieza es única, y creo que de cierto modo por eso ella acudió a mí: porque me gusta mucho crear esta moda que es auténtica, que te representa».
MINA cuenta que estos diseños la han acompañado en su paso por otros escenarios y se han ido con ella hasta Europa. «Al otro lado del mundo se quedan alucinados con las cosas que uno trabaja acá con diseñadores locales muy talentosos (…) Entonces ser abanderada de las cosas que están pasando acá en mi propio país, y que son jóvenes igual que yo que están luchando con todo, es para mí un honor», dice emocionada.