Rock con melodías y coros cercanos al pop, canciones pegajosísimas y felices con rítmica africana. Little Jesus no tiene miedo de hacer temas «bonitos» y hasta cursis que cuenten historias honestas. Con esa actitud y base sonora, la banda mexicana crece dentro de la escena independiente de su país y construye un primer universo a través de Norte, su disco.
El proyecto empezó con canciones hechas por Santiago Casillas (guitarra y voz). Él llamó de emergencia a Carlos Medina (bajo), Fernando Bueno (guitarra), Truco Sánchez Rucobo (batería) y Arturo Vázquez-Vela (teclado) para que lo acompañaran en su primer show. Así nació la banda, en el 2013.
Little Jesus / Foto: archivo de la banda
Little Jesus es parte de una ola de bandas, un boom musical independiente que estalló en México hace dos años. La escena era prolífera, el público estaba emocionado. Les pedían un disco. A finales del 2014 sacaron una primera edición digital, pero no fue suficiente. «La gente sigue teniendo ganas de algo físico», dice Santiago. «Nos juntamos con una disquera independiente que solo se encargó de maquilarlo y distribuirlo… Le agregamos un ep con lados b y un par de canciones en japonés».
Norte es una experiencia sonora que se inspira en una época de la vida de Santiago, cuando vivía fuera del DF. Él cuenta que en México le llaman «norte» a una corriente de frío que llega desde Estados Unidos. «Hay un día soleado y de repente llega el norte, se nubla todo, hace mucho frío durante dos días y luego se va. Todo vuelve a la normalidad… Extrañaba la calidez de México. Cuando yo iba, sentía que era un norte».
Little Jesus / Foto: archivo de la banda
¿Cuál es la consigna de la banda?
Decir la verdad, contar cosas que nos han pasado, no inventar nada. Buscamos hacer una canción bonita que hable de lo que hemos vivido. No queremos ser algo que nos somos, y lo que más nos gusta es tocar juntos en vivo.
¿Cómo ves a la escena musical independiente mexicana?
Creo que estos últimos años han sido una suerte de renacimiento de la escena independiente. Llevaba mucho tiempo sin haber nada nuevo… En el 2013 hubo un momento muy interesante. Había estado muy violento el país, era muy peligroso salir del DF hacia otras ciudades, no habían shows. A las bandas les daba miedo ir y a los promotores les daba miedo organizar conciertos. Las cosas se calmaron un poco y en el 2013 hubo la posibilidad de viajar. La gente se emocionaba otra vez. En esa época salieron muchas bandas, empezaron a haber muchos festivales, venían bandas internaciones que convivían con las nacionales.
No están saliendo muchas bandas ahora, pero el boom de ese año está cosechando los frutos de esa emoción.
