Imbabura lo tiene todo, “su propia gente tiene que darle una oportunidad”

por Radio COCOA
Imbabura es probablemente uno de los núcleos culturales más importantes del país, pero siendo una provincia tan vibrante, ¿por qué no es una meca cultural?

 

Imbabura es probablemente uno de los núcleos culturales más importantes del país. Por su geografía e historia, allí convergen una tremenda variedad de personas y pueblos, kichwas, afros, mestizos y extranjeros, con tradiciones, costumbres e idiosincrasias particulares que dialogan e intercambian todo el tiempo. Aún en un país pluricultural, Imbabura destaca entre otras provincias por ese mismo rasgo.

Por otro lado, también está su geografía montañosa, frondosa, volcánica, acuosa…A riesgo de parecer una entrada de Wikipedia, basta decir que es una provincia muy única de cuyo medio brotan todo el tiempo complejas e interesantes manifestaciones artísticas. De hecho, por ejemplo, lo que se suele entender por “música ecuatoriana” tiene orígenes en ese territorio.

Puesto así, pareciese que Imbabura fuera una de las mecas culturales y artísticas del Ecuador como lo es Cartagena o Medellín para Colombia, Buenos Aires o Córdoba para Argentina, o el Cusco o Arequipa para Perú, ciudades que invierten en cultura y la han institucionalizado como un engranaje clave del bienestar de sus habitantes.

Sí, la cultura a nivel institucional está en crisis en todos lados, pero es que en la provincia ni siquiera podríamos hablar de ello. No se puede dar solución a algo que nunca ha estado consolidado (insisto, a nivel institucional). ¿Qué pasa con Imbabura?¿Qué espacios ofrece la provincia a sus propios locales para el disfrute o el consumo crítico de la cultura? ¿Qué ventanas de exhibición y contacto con la audiencia tienen esas manifestaciones que menciono antes?

Es que si las instituciones no tienen a la cultura como una prioridad, los habitantes de la provincia tampoco. Parece que lo único que se entiende por cultura es “ponerse en la última bailando Don Medardo hasta no poder pararse”, como me dijo un amigo. Todo bien con Don Medardo, es más, gracias por tanto, pero en serio, siendo una provincia tan vibrante, ¿por qué no somos una meca cultural?

Estas preguntas no surgen de un anhelo de querer ser como esas grandes urbes occidentales llenas de monumentos y museos de trasfondos históricos sospechosos; pero sí de la desazón por ver que el bienestar de la provincia está a la suerte de entretenimientos que si no tienen alcohol de por medio no convocan, o de otras actividades que no son precisamente “sanas”, entendiendo lo sano como algo capaz de transformar, sensibilizar,  conmover, fortalecer vínculos, etc.

De la necesidad de ofrecer a lxs artistas y públicos espacios de calidad a finales del 2023, Daniel Barahona, ese amigo que cité antes, junto con otro amigo, Felipe Nájera, dieron vida a Vibra Cultural, un colectivo en cuyo horizonte se visualizan lugares diversos, seguros y sanos para el disfrute del arte en Imbabura, con énfasis en el ámbito musical.

Daniel es otavaleño, es músico y tiene una banda de rock alternativo, Invisibless. También es gestor cultural, pero no estaba entre sus planes serlo. Es una labor que empezó a hacer por necesidad. “Los primeros toques con mi banda los hicimos en lugares precarios, con un pésimo sonido, una comida aún peor y nula retribución económica”. ¿Es esto lo único a lo que pueden aspirar las bandas emergentes en la provincia? ¿Y después qué?”, comenta.

Por su parte, Felipe, cotacacheño, músico, productor musical y gestor cultural, lleva más de una década participando en procesos asociativos con un eje en la cultura. “Los espacios no se nos han dado. Los espacios los hemos creado los artistas, la gente que ha querido hacer cultura”, expresa. “Si no los hacemos nosotros, de parte del Estado es muy reducido y casi nulo. Somos los actores quienes creamos los espacios y eso hace que sea difícil mantenerlos”.

Difícil, pero la otra alternativa es quedarse de brazos cruzados y su espíritu joven no lo permitiría. Así pues se han propuesto tres ejes de trabajo para Vibra Cultura:

  1. Festivales: Central fest, cuyas ediciones pretenden ser una plataforma constante de visibilización para artistas de la provincia que, al mismo tiempo, compartan escenario con propuestas nacionales y de otros países.
  2. Comunicación: Opción Alternativa, un programa radial que se transmite por señal FM y que se apoya de las redes sociales para la difusión y promoción de bandas y artistas locales.
  3. Educación: Línea Directa Masterclass & Concert, cuyo objetivo es acercar estudiantes de música y artes con expertos o profesionales que impartan conocimientos teóricos y prácticos.

Si bien es una iniciativa muy joven aún para hablar de resultados contundentes, Daniel y Felipe se están perfilando como dos actores importantes de la escena cultural imbabureña. Escucharlos es un afán por encontrar, primero, coincidencias en esas preocupaciones sobre los porvenires de la provincia, y segundo, caminos que nos lleven a ese panorama que anhelamos: Que en Imbabura existan (o se consoliden y se sostengan en el tiempo) lugares diversos, seguros y sanos para el disfrute del arte y la cultura.

Hay mucho camino por recorrer y trabajo por hacer, y estas son algunas certezas que los guían:

  1. La formación de públicos es fundamental; los imbabureñxs deben interiorizar que el arte y la cultura es esencial para su bienestar.
  2. El valor que le damos al arte debe ser también (no únicamente) económico; quienes trabajan duro en esto deben ser retribuidos.
  3. No se pueden copiar fórmulas que han funcionado en otros lugares, hay que construir procesos propios.
  4. Las industrias culturales no solo generan empleo y oportunidades, además, gestan identidad. Del consumo de lo local se genera un sentipesar de quién somos y cómo somos.

Vivimos momentos muy complejos como sociedad de un incremento exponencial de la violencia y la normalización de la misma. En ese panorama, Vibra Cultural no es un proyecto que existe para hacer eventos, sino para construir procesos que buscan sostenerse en el tiempo en pro del bienestar de la provincia. Quizá, una de las reflexiones más relevantes para empezar a hablar de las necesidades y desafíos locales a nivel artístico-cultural es que Imbabura lo tiene todo, pero como dice Daniel, “su propia gente tiene que darle una oportunidad”.
En esta columna apenas estamos tocando la superficie, se vendrán otras reflexiones como parte de una alianza entre Radio COCOA y Vibra Cultural. Por ahora dejamos estas dudas para aceitar el pensamiento crítico sobre el ámbito cultural en la provincia.

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