Fuerza Natural, un regalo y un recordatorio de que el arte y la cultura siguen vivas en la ciudad de cemento. El festival fue organizado por Monowave, el 13 de noviembre en Guayaquil.
El pasado sábado 13 de noviembre estuve presente en Fuerza Natural, el primer festival de música en Guayaquil desde la pandemia. El evento fue organizado por Monowave, nueva empresa guayaca de gestión cultural.
Quienes extrañan los conciertos, y más los festivales, comprenderán la energía que hubo en las 12 horas de festival, desde que abrieron sus puertas en Lacosta Country Club. Y cabe recalcar, la falta que le hacía a Guayaquil eventos como este.
La tarde empezó con Chloé Silva, quien conmovió al público con su voz y su música. La artista tuvo varixs invitadxs a su escenario como: Rosero, Mila Sommer y Criosphera. Seguida por un dj set de María the Grace, quien cantó por primera vez en vivo.
Al caer la noche, llegó Luis Sáenz y su bandota. Conocido por su samba guayaca, hizo al público bailar, cantar y vibrar. De sorpresa, el cantante invitó a Diego Chiang, que se encontraba entre el público, a que lo acompañe en Quédate Conmigo; tema que han cantado juntos en conciertos pasados.
La última banda del festival fue Alkaloides, quienes tocaron temas nuevos y viejos. La banda marcó su regreso a los escenarios e hizo pública la integración de Bardo José. La audiencia gritaba las canciones y por supuesto, no querían que se acabara el show. Mientras sonaba el hit de la banda Degenerar, estallaron fuegos pirotécnicos detrás del escenario.
Y para acompañar las últimas horas del festival, Nicolás Dominguez tocó su dj set junto a Rodolfo Peralta, quien estaba en la guitarra.
El festival fue una locura, desde la cantidad de personas que asistieron, las distintas actividades, los dos ambientes, hasta las bandas y artistas que se presentaron y la energía masiva que no cesaba.
La excelente organización se notaba desde el ingreso al establecimiento, los distintos puestos de comida y su variedad, tres bares, varios baños públicos, juegos como el toro mecánico, beer pong y futbolín, puesto de glitter make-up y no podía faltar una ambulancia y atención de primeros auxilios.
No alcanzan las palabras para describir lo que fue esta experiencia. La emoción, energía y euforia no solo se evidenciaba en las más de 600 personas que conformaron el público, sino también en lxs artistas. Monowave comprobó el sábado que no es necesario tener un line up enorme para que un festival sea “grande”.
Detrás de Fuerza Natural
La mente detrás de este evento maravilloso fue Monowave, empresa de gestión cultural y asesoramiento. José Ayala y Xavier Kayser, músicos guayacos y ahora socios y fundadores de la marca, constituyeron su empresa hace 11 meses con el fin de ser una plataforma para artistas locales.
Conversando con José Ayala, comenta que los primeros seis meses de la empresa se dedicaron a dar asesorías musicales a espacios comerciales como: restaurantes, hoteles, cruceros, etc. Hacen estudios de marca y dan playlists personalizadas acorde a horarios de atención, la clientela y para el personal también.
Previo al festival, desde junio del presente año, habían organizado 6 eventos en Casa Marín, casa cultural en Las Peñas, en Guayaquil. Los primeros dos eventos fueron con Man de Barro, luego hicieron el relanzamiento de Diana Sofía, seguido por Luis Sáenz y, por último, Andrea Román. Cada uno de los eventos estuvieron sold out.
Está más que claro el enorme éxito que tiene Monowave y el impacto cultural que está teniendo en Guayaquil.
Ayala comenta que “quisimos crear una especie de seguidorxs naturales de Monowave; nos empezamos a dar cuenta que lxs asistentes de nuestros eventos siempre nos preguntaban cuál iba a ser el siguiente evento sin importar quien se vaya a presentar”.
Esto como resultado que se evidencia en Fuerza Natural, donde el 60% de lxs asistentes habían ido antes a uno o dos eventos de la empresa. “La gente confía en lo que proponemos”, confirma Ayala.
Monowave no se amarra a ningún género, pero sí con artistas comprometidos, que tengan y sean proyectos realmente estructurados. En palabras de José Ayala, “Monowave no deja de ser y queremos ser una plataforma para los artistas”.
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Desafíos como gestorxs culturales
No es noticia que el apoyo al arte y cultura del país sea mínimo a nivel estatal y comercial. Desde la falta de venues para eventos, las trabas para conseguir permisos y lo difícil que es conseguir vender tu proyecto a marcas comerciales para lograr auspicios.
Fuerza Natural consiguió auspicios de marcas grandes, las cuales, según Ayala no fue nada fácil. “A veces a nosotrxs lxs gestorxs nos cuesta mucho que las marcas nos crean. El trabajo habla por sí solo y la serie de eventos de Casa Marín fue nuestro portafolio”. Agrega que, aunque desde el inicio de Monowave tenían como objetivo crear un festival, no fue por donde decidieron empezar.
Y no está demás destacar el excelente resultado de estos 11 meses de trabajo que se evidenció en Fuerza Natural.
José Ayala añade que es necesario y urgente que “las marcas nacionales empiecen a creer que el arte local sí te mueve gente y sí te puede llegar a subir ventas”. También saber que aquí existen artistas, gestorxs, managers, técnicxs, productorxs excelentes y que hay una industria musical.
Es importante comprender que la industria musical genera turismo, tanto local como internacional y genera economía.
El futuro de Monowave
José confirmó que se vienen más festivales y eventos en los próximos meses. Este equipo está comprometido en ser una plataforma para artistas locales y que estos se conozcan entre sí. No solo lxs artistas, sino también quienes conforman el equipo de cada propuesta musical.
A Monowave le importa lx artista, cómo se sienten durante el evento, los pequeños detalles y por supuesto, el público. José recalca que los sueños no se persiguen a medias, y que gestar y hacer arte y cultura es un trabajo de tiempo completo.
El sábado fue el reencuentro de la escena local en Guayaquil. Panas que no se habían visto hace tiempo, músicxs que no tocaban juntxs, y el volver a sentir la energía que solo el arte puede dar. Guayaquil es una ciudad muy pesada para habitar. En el contexto que se está viviendo, Fuerza Natural fue un regalo y un recordatorio de que el arte y la cultura siguen vivas en la ciudad de cemento.