Fiebre en Esencia: un viaje conceptual al amor propio

por Jorge Bayas Lituma
Fiebre y su primer disco, Petróleo, son mucho más que música. Son un concepto y un mundo de sensaciones. Aquí te descubrimos algunas de sus claves.
Fiebre

Adaptación de la foto original de Sara Jarrín y Sebastián Molina

A finales de 2018, la cantante y compositora ecuatoriana Fernanda Bertero empezó a esbozar lo que sería su nuevo proyecto, Fiebre. Ahí dio con lo que sería “Petróleo”, un tema conceptualmente rico que acabaría por ser el gran sostén de su nuevo álbum, llamado también Petróleo.

Su etapa en Biotrash había terminado, y ahora se venían nuevos desafíos a nivel musical. En 2019 compuso varios de los siguientes temas del disco. Pero no fue sino hasta que llegó la pandemia cuando fue capaz de acelerar las cosas y culminar esta obra profundamente emocional.

¿Cómo llegó a ella? ¿Cuáles son, en definitiva, los rasgos que diferencian a Fiebre de los anteriores proyectos de esta artista multidisciplinar?

Fiebre sigue siendo conceptual, pero es más emocional y empoderado desde el lado femenino. Y tiene más influencia latina en los ritmos”, cuenta Fernanda, que esta semana se apresta a estrenar oficialmente el álbum en concierto.

Y mientras imagina cómo será ese encuentro del sábado 6 de marzo de 2021, la cantante nos revela las claves del primer álbum de Fiebre.

¿Cuándo comenzó todo?

Lo dicho: a finales de 2018, cuando fue compuesto el primer tema, “Petróleo”. Por entonces, Fernanda ya había pensado en el concepto. Pero lo que más quería hacer era un álbum sólido que le permitiera, entre otras cosas, participar en festivales, algo que no logró en su etapa en Biotrash.

Poco a poco, las ideas siguieron apareciendo y lo que empezó desde un punto de vista más utilitario empezó a bifurcarse hacia otros lados más artísticos. “Me encantaba la idea de hacer una historia que contar, y me metí en ese viaje de contar qué y hacer esa historia”, señala la artista.

No tardaron en surgir, al año siguiente, otras canciones que, por estilo, se dividieron en hasta tres vertientes musicales. Un material que Fernanda supo encauzar hacia un concepto y un sonido unitarios.

¿De qué influencias se nutrió Fiebre?

De muchas. Desde Kali Uchis, Girl Ultra, Rosalía, Angèle y Gaia. Pasando por canciones menos complejas, como las de Bad Bunny y Crudo Means Raw, un artista al que Fiebre elogia muchísimo, incluso más que al propio Bad Bunny —“él es súper perspicaz y no siempre habla de los mismos temas”—. Hasta desembocar en la música de Solange.

 

¿Cómo es el proceso de grabación de una canción de Fiebre?

Suele ser uno muy orgánico en el que la música y la letra van de la mano. Quizá empieza por varios audios enviados por mail que se van acumulando en una especie de “cajón del músico”. Luego se añaden las armonías, beats, bajos simples y, posteriormente, lo que haga falta para cerrar el sonido. Pero los pasos son distintos en cada tema. Y no sólo los pasos. También los instrumentos pueden variar:

“En ‘Humans’ como que sí me volví loquita grabando las voces. Y grabé ollas, tenedores, full cosas en mi casa, y les puse efectos. Pero quedó full bien, y en la canción final no había como recrearlos así. Al final, por más que uno busque mejorar técnicamente todo, hay ciertas cosas que no se podrán sustituir”.

¿Dónde entra lo multidisciplinar?

Fernanda es mucho más que una compositora. Es, además, una artista visual y directora de arte, y cuenta con una maestría en lo primero. Así mismo, es una lectora compulsiva que se apropia de ideas y conceptos que infiltra cuidadosamente en su proyecto musical.

“Mi proyecto es multidisciplinar, porque yo nací de las artes visuales. Por eso es por lo que van a ser muy importantes. Al final, es lo primero que ve la gente. Y hay viene entender esto de la sinestesia. Nunca vas a entenderla por completo si no la tienes. Pero es interesante intentar transmitirlo. Al final, la música y la imagen son lenguajes”, señala.

 

De ahí que sea ella quien escribe los guiones de sus videos, cuyo proceso disfruta bastante por la forma en que otras personas confrontan sus ideas y las enriquecen.

Y de ahí, también, que obras como las de Jung, Bauman y Dostoievski estén dispersas entre líneas, con muchos guiños sutiles de por medio, en sus letras. Obviamente, para un creador no basta entrar en contacto con una teoría enlatada, y por eso es por lo que suele mezclar lo que lee con lo que analiza acerca de su propia realidad y, por extensión, la de los demás:

Ver ese vínculo que nos une a todos me inspira a escribir canciones. Porque siempre me hace falta que nos recuerden que somos humanos y tenemos muchas cosas en común”.

¿Cómo se desarrolló el concepto? 

De nuevo, orgánicamente, dialogando de forma cercana con los sentidos —lo que puede darnos una pista de cómo funciona la mente artística de Fiebre—. No obstante, para la cantante lo emocional y lo conceptual siempre fueron a la par:

La primera canción fue ‘Petróleo’ y me di cuenta de que era del amor tóxico, y quería que fuese un viaje al amor propio”. Como ya lo habrán notado, esto no quiere decir que el disco sea exclusivamente introspectivo. Por el contrario, mira para todos lados.

“Igual, con el concepto del petróleo me di cuenta de que todo tenía que ver con la industria, con el trabajo y con la vida real. La estética, también. Por eso es por lo que cada canción se ambienta en un lugar industrial o que tiene que ver con una máquina. Por ejemplo, ‘Rush’ en el avión, ‘Petróleo’ en una chatarrería y una mecánica”, afirma Fernanda.

Fiebre

En Fiebre tienen gran importancia los sentidos. Foto: Willian Álava, Sebastián Molina y Alex Estrella (Mua)

A todo esto, ¿recuerdas que mencionamos la sinestesia? Si te preguntabas cómo se relaciona con Petróleo, puede que aquí tengas tu respuesta:

Cada canción que estoy componiendo me suena a un color. Siento que una canción es un poco azul, o verde, o rosada. Eso me ayuda full, porque el color es súper importante en este relato. Y lo último es cachar con qué sentido le puedo relacionar a cada canción. Cuando estoy componiendo, o produciendo, intento pensar en eso. Casi todas tienen un sentido. En ‘Human’, por ejemplo, me alteré los ojos, me puse lentes de contacto”.

¿Y qué pasa con los otros sentidos? Pues también tienen un espacio dentro del concepto.

“’Play’ tiene que ver con el gusto, porque el primer juego que hacen los niños es meterse las cosas a la boca. El concepto que me ayudó antes, y que me sigue ayudando como artista visual, es trabajar las extensiones del cuerpo. Por eso trabajé con este sentido, con esas fotos conceptuales”.

¿Cómo está relacionado el concepto de Petróleo con lo humano? ¿Qué otras ramas conceptuales están presentes?

Cuando empezó a componer el disco, la cantante de Fiebre venía de un momento bajo, solitario. Todo eso fue trasmutado en arte, en música, en concepto, y a nivel intelectual siempre tuvo un anclaje muy interesante:

“El petróleo es una cosa natural que transforma las cosas en cosas químicas, como por ejemplos plásticos. Son componentes que pasan a la química inorgánica. Es locazo cómo eso pasa… Eso es lo que pasa en el amor tóxico. Viene del amor, de alguna forma, pero todo se tergiversa hacia un lado tóxico”.

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También podemos ver a Petróleo como un disco de nuestro tiempo. Como un producto muy actual que con, imaginación poética, revela algunas particularidades propias de esta era digital en que estamos inmersos. Como ejemplo tenemos a “Pantalla No”:

 

La pantalla es metafórica, pero al final es la careta que la gente usa. Y la usan para proyectar cosas hermosas, y está bien. Pero hay gente que, puertas adentro, asusta”.

Pero no todo es malo. Hay un lado muy luminoso en Petróleo, cerca del final. Ahí encontramos a “Cellphone”, un tema que, de algún modo, ayuda a que las heridas cicatricen. A que ese tránsito lento, catártico, hacia el amor propio este definitivamente culminado.

¿De dónde viene la mezcla de idiomas?

Ya habrás notado que las canciones de Fiebre mezclan el inglés y el español, una combinación que, no obstante, no luce forzada en lo más mínimo. Y es que Fernanda tiene buenas razones para cantar en ambos idiomas.

En Ecuador aprendió a hablar muy bien el inglés, en su colegio, y en Italia, adonde se fue a los 17 años y donde vivió hasta más o menos los 24, usó el inglés como una suerte de puente idiomático universal entre ambos países. Además, otros factores están presentes en esta ecuación de nomadismo:

“Viajaba bastante y hablaba en inglés. Para mí fui importante, porque no me sentía de ninguna parte. Papás divorciados, he vivido en distintos países, soy ecuatoriana-italiana… Todo eso me llevó al inglés, para sentirme de todos lados”.

A su vuelta a Ecuador, sentirse latina otra vez fue un proceso lento. Eso explica la abundancia de las letras en inglés en Biotrash —que ha disminuido en Fiebre—. Sin embargo, gradualmente, las cosas fueron colocándose en su sitio:

“Cuando volví no me sentía tan latina. Y ahí le metí full al español y me empezó a gustar full el dembow (risas)”.

La música de Fiebre presenta también un cruce entre dos idiomas. Foto: Sara Jarrín y Sebastián Molina

¿Qué espera Fiebre del show de este sábado?

 Primero lo primero: si has llegado hasta aquí y te has interesado por Fiebre, te dejamos el link para que averigües más acerca del concierto que tendrá lugar este sábado en el Teatro Sucre.

Ahora vamos con lo que nos interesa: las palabras de Fiebre acerca de lo que se avecina. ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Qué es lo que piensa ofrecer al público? Bueno, dejemos que ella sea quien lo diga:

“Ver un show bastante teatral, una historia, una imagen full simbólica. Para las personas, es esperarse una experiencia emocional, y para mí, que voy a estar subida en el palco. Es una experiencia personal para todes. Algo que probablemente no se ha visto aquí. Intenté hacer algo auténtico y lúdico”.

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