Desde la crónica de no-ficción y el ensayo sonoro, el podcast Crónicas al borde explora los momentos límites de varias personas. Préstale atención a la primera temporada, que trata sobre la migración.
Daniela Dávila (izquierda) y Giulianna Zambrano (derecha). Imágenes: cortesía de Crónicas al borde
Se trata de un “proyecto sonoro”, como lo llaman sus creadoras, o un podcast, como lo llamamos los mortales. Sea como sea, Crónicas al Borde nació como una propuesta que utiliza el sonido para contar historias de momentos límite: “de transformación, ruptura o suspensión”. Su primera temporada tiene como temática a la migración, explorada desde distintos frentes de la crónica de no-ficción y el ensayo sonoro. A continuación, una reseña sobre los primeros episodios.
Contexto
La iniciativa es de Giulianna Zambrano, académica especializada en literatura latinoamericana y en derechos humanos, a quien se sumó Daniela Dávila, docente de ciencias sociales y productora cultural. Ambas empezaron a trabajar en este proyecto allá por el 2019. Junto a ellas hay una red de co-productorxs, y colaboradores nacionales e internacionales que se fueron sumando de a poco.
Entre lxs colaboradorxs, en el ámbito local, destacan Pablo Molina (Munn) y Rafael Subía, en la postproducción y diseño de sonido. Luciana Musello (exdirectora de Radio COCOA y docente universitaria), en diseño gráfico y comunicación de redes. Miguel Ángel Avilés en la animación. Y Cristina Yépez (Cardenilla) y Sergio Silva en el área de ilustración.
En cuanto al equipo internacional, podemos encontrar a: Nicolás Schvarzberg (Argentina), en edición de sonido y diseño web, y a Fernando Martín Velasco (México), Francisco Arrieta (México) y Laura Marina Boria (Puerto Rico) como co-productorxs.
El proyecto ganó distintos fondos concursables, tanto públicos como privados, para los que participó. Entre ellos, dos fondos de producción de la Universidad San Francisco de Quito; uno de fortalecimiento de proyectos culturales del extinto Instituto de Fomento a las Artes, Innovación y Creatividad (IFAIC), en 2019; y el Fondo Cultura en Movimiento – Emerge 2020, del ahora Instituto de Fomento a la Creatividad e Innovación (IFCI) —antes IFAIC—.
Y todo esto se remonta a un taller de narrativa oral en Bulgaria, en el cual Giulianna participó en 2019, y por el cual se cuestionó sobre por qué no se profundiza sobre los momentos límite, en los cuales generamos cambios importantes en nuestras vidas.
De qué va
La primera temporada de este podcast tendrá ocho episodios. El hilo que une a estos episodios es la migración, vista desde la arista de Crónicas al Borde. Es decir, se exploran las situaciones de ruptura.
“El proyecto termina siendo un espacio de escucha para nosotras”, explica Daniela y aclara, “más allá de contarles una historia, se trata de nosotros sentarnos a escuchar las historias y los sonidos que acompañan a estos relatos”.
Radio COCOA tuvo acceso a los primeros cuatro episodios del podcast. El primero, “Un santuario en la ruta”, se estrenó el pasado miércoles 2 de junio y presenta la historia de Carmen Carcelén y cómo decidió convertir su hogar —ubicado en El Juncal, Imbabura— en una casa de acogida para migrantes venezolanos.
Si bien la historia de Carmen ha sido ya documentada en varios medios de comunicación, aquí podemos escuchar una perspectiva única: todo lo que vivió Carmen para convertir su casa en “un proyecto de solidaridad radical”, como diría Giulianna. Pero no es sólo la narración de Carmen lo que se transmite en el episodio. Se puede, literalmente, escuchar su casa, su familia y a las personas que transitaron por ahí, a manera de paisaje sonoro.
Y es precisamente allí, en el formato, donde está la magia de este podcast. Si bien la crónica se la reconoce como el formato híbrido entre periodismo y literatura, estamos lejos de decir que este es un proyecto periodístico. Aunque se utilicen herramientas de esta profesión —como la investigación y la entrevista—, Crónicas al Borde busca presentar algo más.
“Es una reflexión sobre las narraciones: cómo se narra, desde dónde se narra y cómo se escucha esta narración”, explica Giulianna. En cuanto al por qué se lanzaron a hacer este proyecto, no duda, la tiene clara: “cuando escucho todas esas historias y la gente llevándonos por su trayecto, su viaje personal, aprendo un montón sobre la defensa de esa vida, de la potencia vital, de ese deseo como movilizador. Creo que eso se logra con una escucha calmada, íntima, tierna, y creo que el por qué es porque nos hace falta”
Por eso, no es sorprendente encontrar episodios que se acercan más al cuento y el ensayo, como es el caso del episodio cuatro, titulado “El Sueño de la Bestia”. Aquí, Francisco Arrieta, desde el estado de Hidalgo, en México, cuenta la historia de “la bestia”, un tren de carga que transporta personas migrantes, llevándoles de un lado al otro, el antes y el después de la migración.
Resulta fascinante el pensar al tren como testigo no vivo o no-humano de un proceso tan complejo como la migración. Además, la narración de Francisco, invita a lxs oyentes a sumergirse en un cuento cargado de imágenes y —cómo no— de sonidos y que otorga cualidades humanas y animales a una máquina.
Imagen de expectativa. Cortesía de Crónicas al Borde
En el episodio tres, “He vuelto a la orilla”, la coproductora Laura Marina Boria (PR), presenta la historia de la poeta puertorriqueña Mara Pastor. Lo singular de este episodio es que nos invita a mirar otros tipos de migración. En este caso, la migración circular, aquella ejercida por miles de puertorriqueños que migran constantemente hacia afuera y adentro de la isla.
Otra vuelta interesante del proyecto se da en el segundo episodio, “Maryangel y la Arepa Láctea”, en el cual escuchamos la historia de Maryangel Mesa, una mujer venezolana residente en Quito que migró voluntariamente a Ecuador en 2013, mucho antes del éxodo venezolano.
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A diferencia de lxs migrantes de ese país, Maryangel tuvo la oportunidad de escoger a dónde quería viajar y en qué quería trabajar. A partir de ahí nace su trabajo artístico: la Arepa Láctea, un proyecto que se basa en los mapas para contar las historias personales y familiares de lxs migrantes.
En cuanto a los otros cuatro episodios, se puede mencionar algunos adelantos como una emocionante aparición de Álex Álvear, contando su proceso de exilio y viviendo como migrante en EE.UU. También se contará la historia, todavía no sucedida, del éxodo forzado de Ciudad de México, debido a la crisis del agua que vive esa ciudad.
Logotipo de redes sociales de Crónicas al borde. Foto: cortesía de Crónicas al borde
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Esta primera entrega, Crónicas al Borde muestra una mirada —escucha— sensible y profunda de historias cotidianas, pero disruptivas. En palabras de Giulianna, el podcast consiste en el relato de momentos “que son muy significativos en la historia personal, o muy significativos para los sentidos públicos de una problemática, pero que tienden a ser pasados con rapidez en las narrativas tradicionales”
Es decir, sus episodios ahondan en historias particulares que, de alguna manera, muestran un sentir y ser colectivo. Y gracias a las cualidades del formato sonoro, lxs oyentes podemos oír las historias de la voz de sus protagonistas y sentirlas de manera más cercana.
Por otro lado, el diseño sonoro —muy bien logrado, por cierto— invita a sumergirse en la historia, prestar atención a los detalles, al ambiente, a los animales, a las máquinas, a los platos lavándose en la cocina.
Tal vez, de esta manera, tan íntima y personal, el/la oyente será capaz de ver los matices en los relatos aquí presentados. Entender procesos de migración no es sencillo, la superficialidad que exige la inmediatez de las noticias no es suficiente para entender quiénes son “lxs otrxs”, y aquí es donde encuentra sentido Crónicas al Borde.
La emisión de los episodios es bisemanal y la próxima entrega será el miércoles 16 de junio. Por el momento, es posible encontrarlos en Spotify y Apple Music. Además, la producción tiene previsto realizar escuchas presenciales, tanto con la audiencia, como con los protagonistas de los relatos. Esta y más información está disponible en las redes de Crónicas al Borde.
