Por medio de la cumbia electrónica, regional y post digital se inicia una búsqueda de los sonidos de nuestra tierra. Un recorrido por los recuerdos de Ataw Allpa nos lleva a descubrir la postura ideológica de su musicalidad.
Ataw Allpa es un quiteño, que con sus exploraciones en el territorio de la cumbia, busca decir algo más acerca de quién es él y de dónde viene. Su música cargada de opinión habla sobre su postura hacia nuestra identidad latinoamericana.
Su búsqueda clava la mirada en el replanteamiento mestizo por medio de la música, para lo que emprende un sondeo incesante de sonidos endémicos. Sus exploraciones sudamericanas lo enriquecen de influencias y grabaciones cotidianas, que después interactúan con su público en vivo. A propósito del reciente estreno de su EP Cyberfolk, conversamos con él sobre la motivación ideológica atrás de su musicalidad.
Ataw Allpa ha sido en esencia, un buscador de sonidos. Un inquieto explorador de las ciudades, pueblos y espacios naturales que componen su entorno, a través de los paisajes sonoros. Como si se tratara de alguien que percibe los colores y la vida de la gente prescindiendo de la vista o el tacto, Ataw utiliza el oído y el corazón para entender las dinámicas que hacen que cada lugar tenga su brillo.
La búsqueda de este conjunto de sonidos propios es en principio un proceso solitario. “Cuando estaba lejos de mi tierra, (cuando vivía) en Brasil, comprendí la alfombra de sonidos que hacían quiteño al mismo Quito”, dice Ataw Allpa al argumentar que todos los pueblos latinos tienen un sonido parecido y familiar, pero cierto grupo de características lo hacen único.
Por medio del recuerdo, intenta completar la alfombra musical llena de detalles reconocibles. La mezcla entre sonidos cotidianos y la música que se escucha forma parte del descubrimiento de los paisajes sonoros. Por ejemplo, el recuerdo de la música alegre de las fiestas del valle del Chota, a las que no faltaba durante su temprana juventud.
Los sonidos de la naturaleza no se quedan atrás al recordar al Ecuador. Sentado en una piedra y bebiendo cerveza en una pequeña isla cerca de Belém do Pará, Ataw Allpa dejó que la lluvia lo empapara y pensó en la familiaridad de esas gotas recorriéndole el rostro. “Era una lluvia conocida,venía de los Andes. Ahí comprendí que nuestra conexión en el eje equinoccial es a través del agua”. Escuchar los sonidos de la naturaleza es parte de nuestra espiritualidad y nuestra forma de relacionarnos. Esta fascinación por las gotitas del cielo comparte con Mateo Kingman, a quién toma un una de sus canciones para remixar del EP y con quien comparte una filosofía similar.
Con el tiempo, encontrar las alfombras sonoras que nos recuerdan a la gente del territorio propio se transformó en un proceso colectivo. Mishky Records es el sello discográfico que se creó con la unión de artistas bajo una línea de pensamiento nacionalista y utilizaron a Cyberfolk para su inauguración.
Detrás de la visión Mishky, existen vínculos con grupos de presentación y rescate del conocimiento ancestral como la Fundación Runa Yachay y el colectivo Kitu Milenario. Este grupo de artistas también fue el que co-organizó el Pawkar Mishky Electro Fest en Peguche como parte de su búsqueda de nuevos espacios de compartir musical.
Ataw Allpa en su live set, tocando el acordeón / Foto: Marco Bizarro
Militancia integradora y la búsqueda de una identidad musical
«Quiero compartir lo hermoso de mi herencia musical campesina y simple, en la que con un par de acordes se creaba canciones memorables»
Correr a las vacas descamisado con machete en mano en las tardes de sol, de bien niño, es parte de los recuerdos de Ataw Allpa. El sonido de acordeones y silbatos hallados en el Ilaló interpretados por su padre, así como los San Juanitos en los buses verdes de Cotogchoa fueron parte de su soundtrack musical mientras crecía. Las cambias de Don Medardo y sus players y las guitarras de Sahiro completan su infancia sonora. “Quiero compartir lo hermoso de mi herencia musical campesina y simple, en la que con un par de acordes se creaba canciones memorables”, dice.
El mezclar lo orgánico de los instrumentos antiguos con lo moderno de las técnicas de sintonización es también un acercamiento a nuestra historia, que mira hacia el futuro según la filosofía musical y vivencial de Ataw Allpa.
Conversar con otros músicos latinos y conocer sobre ritmos locales de países vecinos como el carimbó, el forró, la lambada y hasta la cumbia villera hizo que este músico de 30 años ampliara su biblioteca de sonidos. “En conversa de bar con Dengue Dengue Dengue (Perú) no solo nos dimos cuenta de lo similar de nuestros paisajes o nuestra historia, sino también, la necesidad de reconocernos en la región como un todo”. Encontrar y unir músicos con estos ideales es parte de la militancia que hace Ataw Allpa a través de la música. Y desde estas intervenciones su investigación ya no es solo regional, sino que abarca América Latina.
Ataw Allpa/ Foto: Marco Bizarro
«Mi búsqueda de identidad musical va más allá del solo crear música», me cuenta Ataw mientras conversa sobre su interés en la arquitectura precolombina, sobre las lineas energéticas Harman, también sobre las formaciones sociales indígenas y el poder de sanación de los cantos ancestrales. A todas esas prácticas ha llegado por curiosidad y un deseo esencial de investigar y comprender. De hacerlos parte de su idea de las cosas.
Ha investigado mucho sobre grupos equinocciales casi sin intervención, como los Shuar o los Tsáchilas, y en base a eso ido moldeando con más sentido a la música que compone, y a la que reproduce también.
Al mismo tiempo, añade a su exploración la prueba de instrumentos con orígenes diversos. Así con las quenas, los güiros o la wasá esmeraldeña. Es que para Ataw Allpa, no basta con tocar. Ni siquiera con comprender. Por eso insiste en fundar ideales que acoplen todo su concepto alrededor de la música, como por ejemplo, pensar en eliminar la homogenización de la música indígena o volver visibles las características individuales de cada comunidad.
Pero Todo esto puede terminar siendo palabras que no lleguen a comprenderse si no se siente la música, si no se entiende a qué llega Ataw Allpa cada vez que entra en su estudio y empieza a revolver ideas hechas vivencias, a contar historias con sonidos.
Cyberfolk
Es el primer EP de Mishky Records y contiene cuatro canciones, en versión remix y remake. El concepto partió de identificar el sample mínimo para que estas canciones populares sean reconocidas y a partir de esto, componer todo lo demás. “Que el público no perciba el sample es el gancho… Luego se les muestra de apoco las nuevas posibilidades”. Para este lanzamiento fueron seleccionadas canciones populares de Colombia, Brasil y Ecuador.
Las melodías principales fueron creadas en acordeón diatónico y sintetizador, a las que después se añaden percusiones, bajo, guitarra, vientos, bombos y elementos callejeros en forma de capas sonoras.
Una parte llamativa de estas canciones y de su live act es el uso del lenguaje coloquial dirigido personalizado hacia la audiencia, lleno de kichwismos y quiteñismos. Para la realización de este EP fueron invitados Guanaco, Beatriz Congo, Andrés Landero, el Trío Ternura y Kingman.
Les mostramos Cyberfolk, un EP estrenado a inicios de marzo de 2017, que reúne cuatro canciones, donde se empieza a ver el habitante curioso debajo del nombre de Ataw Allpa.
